El líder del movimiento En marche!, Emmanuel Macron, y la dirigente del Frente Nacional, Marine Le Pen, han confirmado las previsiones y han obtenido los dos primeros puestos en las elecciones presidenciales francesas, lo que les da acceso a una anómala segunda vuelta en la que no estarán ninguna de las dos grandes familias políticas.
Macron ha obtenido la victoria con un porcentaje de voto del 23.75%, más de dos puntos de ventaja por delante de la segunda candidata en intención de voto y rival en la ronda final del próximo 7 de mayo, Marine Le Pen, quien ha obtenido un 21.53% de las papeletas, según los datos finales proporcionados por el Ministerio del Interior.
En tercer lugar, y ya fuera de la carrera por el Elíseo, figura el conservador candidato de Los Republicanos, François Fillon, con un 19.91% de los votos, una diferencia ajustada respecto a la del cuarto más votado, Jean-Luc Mélenchon, de Francia Insumisa, que ha recibido un 19.6% de votos.
Por destacar un último aspecto, la debacle protagonizada por el Partido Socialista representado por Benoît Hamon, que ni siquiera ha alcanzado los dobles dígitos, con un 6.35% de los respaldos, según ha recogido el diario francés ‘Le Figaro’.
El índice final de participación se sitúa en el 78.69%. En 2012, un 79.48% de los electores acudieron a votar en la primera vuelta, mientras que en la segunda ronda la cifra subió ligeramente, hasta el 80.35%. Sin embargo, ninguna de estas dos citas alcanzó las tasas registradas en los comicios del año 2007, cuando un 83.77 y un 83.97 por ciento de los votantes acudió a las urnas en primera y segunda vuelta, respectivamente.
La jornada de votación ha concluido sin incidentes a las 20.00 horas en grandes ciudades, una hora más tarde que en la mayoría de las localidades. Con el cierre de los colegios se ha dado luz verde también a la difusión de sondeos y resultados oficiales, así como a una cascada de reacciones.
La ley francesa establece un sistema de votación en dos vueltas, salvo que en una primera ronda alguno de los candidatos obtenga más del 50% de los votos. Las urnas volverán a abrirse el próximo 7 de mayo, ya para elegir de forma definitiva al sustituto de François Hollande en el Elíseo.
Los sondeos divulgados antes de estas elecciones situaban la opción Macron-Le Pen como la más probable de cara a dicha segunda vuelta. Si se cumplen los pronósticos, el exministro debería lograr una holgada victoria el 7 de mayo, para lo cual ya cuenta con el apoyo de sus hasta ahora rivales.
Una encuesta de Ipsos difundida en plena noche electoral pronostica para Macron un apoyo del 62%, frente al 38% de Le Pen. La tendencia se repite en el caso de Harris Interactive, que vaticina una victoria aún más holgada, con un 64% de los sufragios para Macron.
Tanto el conservador François Fillon como el socialista Benoît Hamon han pedido el voto a favor de Macron y en contra Le Pen. “No hay otra opción que votar en contra de la extrema derecha. Votaré, por tanto, a favor de Emmanuel Macron”, ha anunciado Fillon en su primera comparecencia tras el cierre de los colegios electorales. “Os lo aseguro, el extremismo sólo puede traer desgracia y división a Francia”, ha añadido.
Fillon ha advertido a los franceses de la importancia de estas elecciones y ha llamado a votar el 7 de mayo pensando en las futuras generaciones, en que “los niños puedan vivir en un país libre”. “La abstención no está en mis genes, sobre todo cuando un partido de extrema derecha se acerca al poder”, ha argumentado.
Por su parte, el candidato del Partido Socialista, Benoît Hamon, ha reconocido su derrota en las elecciones y ha pedido el voto para el líder del movimiento En Marche!, Emmanuel Macron.
Hamon, que ganó contra pronóstico las primarias socialistas con un programa escorado a la izquierda, habría quedado en quinta posición en la votación de este domingo. Como él mismo ha reconocido, se trata de un castigo “histórico” para su partido.
Para Hamon, el 7 de mayo habrá “una distinción clara entre un adversario político y una enemiga de la República”. Por este motivo, ha llamado a votar por Macron y a “luchar de la forma más fuerte posible” contra Marine Le Pen y su partido, el Frente Nacional.
Horizonte complejo
El pase a la segunda vuelta de Macron y Le Pen deja fuera de juego a las dos familias políticas que tradicionalmente se han repartido el poder en estos últimos años: Partido Socialista y Los Republicanos -antes Unión por un Movimiento Popular (UMP)-.
Una hipotética victoria de Le Pen preocupa tanto dentro como fuera de Francia, en la medida en que sería la primera dirigente ultraderechista jefa de Estado en la UE y, además, lo sería de uno de los seis países fundadores. Su mensaje populista y antieuropeo le ha permitido reeditar el éxito logrado por su padre en 2002.
La líder del Frente Nacional ha llamado a todos los “patriotas” a votar por ella en la segunda vuelta, una “oportunidad histórica” a la que se presenta como “candidata del pueblo” y confiada de poder derrotar al “heredero” de Hollande.
Macron, por su parte, llega a la segunda vuelta a una edad insólita (39 años) y sin haber ocupado nunca un cargo electo. Su mensaje centrista ha convencido a seguidores moderados de uno y otro lado del espectro político, pero tiene entre sus principales lastres formar parte de un movimiento sin representación parlamentaria.
“En un año hemos cambiado la cara de la vida política francesa”, ha destacado Macron en su primer discurso de la noche electoral, con el que ha tratado de llamar a la unidad de los “patriotas”. Sin apelar directamente a su rival -más allá de aludir a la “amenaza de los nacionalismos-, Macron ha pedido un último empujón para poder ser presidente de Francia dentro de dos semanas.
Cambio de paradigma
El pase a la segunda vuelta de Macron y Le Pen deja fuera de juego a las dos familias políticas que tradicionalmente se han repartido el poder en estos últimos años: Partido Socialista y Los Republicanos -antes Unión por un Movimiento Popular (UMP)-. Ambas están obligadas a recomponerse en tiempo récord si quieren aguantar el envite en los comicios parlamentarios de junio.
Tanto Le Pen como Macron han coincidido en sus llamamientos a la “alternancia”, que han calado entre la ciudadanía en vista de los resultados de las presidenciales. Para la líder del Frente Nacional, “l pueblo comienza ahora a “levantar la cabeza”, mientras que en opinión del exministro es hora de abrir “una nueva página de la historia política” y dejar atrás un sistema que “no ha sabido responder a los problemas en más de 30 años”.