La industria de la madera reveló que el sector de muebles y productos de exportación con valor agregado no ha podido recuperar los 40 millones de dólares que significó el cierre del mercado venezolano y la contracción estadounidense de 2009. De igual forma hay líos por dumping.
La directora ejecutiva de la Federación Nacional de Industriales de la Madera, Fedemadera, Alejandra Ospitia, le dijo a Confidencial Colombia que el escenario del sector ha cambiado ostensiblemente por cuanto las exportaciones de 2008 superaron los 85 millones de dólares, mientras que en 2013 las ventas al exterior llegaron a 46,4 millones de dólares, cifra que se viene repitiendo desde 2011 y que fue inferior al reporte de 2012 en 8,4 por ciento.
“Esos 40 millones de dólares que perdimos, representan menos ingresos, menos crecimiento y menos empleo, aspecto que deja una enorme preocupación y que nos obliga a buscar mercados alternos, tarea que ya acordamos con Proexport desde el año anterior con el fin de abrir puertas en Centroamérica, el Caribe y el mercado regional”, agregó la dirigente gremial en desarrollo de la décima segunda Feria Tecnológica e Industrial de la Madera que avanza en Corferias.
La encuesta anual manufacturera de 2012 realizada por el DANE señala que la producción de la cadena forestal-madera-muebles en Colombia fue superior a los tres billones de pesos, lo que implica una contribución total a la industria manufacturera del 1,49 por ciento.
El último estudio de consumo suministrado por el ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural muestra que el país consume para usos industriales 4.000 metros cúbicos anuales de maderas. Según el estudio, el 84,1 por ciento de ese volumen procede de bosques naturales, el 12,4 por ciento de plantaciones forestales y el restante 3,5 por ciento de maderas importadas.
Fedemaderas estima en línea con el ministerio de Agricultura que Colombia cuenta con 17 millones de hectáreas aptas para la reforestación comercial las cuales se centran primordialmente en el Eje Cafetero, región Caribe y la Orinoquia. Hasta agosto de 2013 Colombia tenía 453.000 hectáreas, aproximadamente, de hectáreas comerciales reforestadas lo que significa el 2,6 por ciento del total de las tierras destinadas o posibles para la actividad maderera.
El sector maderero genera cerca de 90.000 empleos directos y unos 280.000 indirectos al ser la fabricación de muebles el quinto sector más dinámico entre 66, ratificando un aporte del 5,2 por ciento del total de las empresas manufactureras registradas en el país. El gremio precisa que los fabricantes de muebles ocupan también el séptimo lugar con mayor personal ocupado, un 3,5 por ciento de participación total en la industria.
Fedemaderas dijo que en 2013 los principales mercados para los muebles de madera fueron Panamá con compras por 12,4 millones de dólares, Estados Unidos que demandó 6,5 millones de dólares, Perú con 4,4 millones, México que compró 3,2 y Chile que realizó compras por 3,1 millones de dólares.
Colombia exportó en mayor cantidad muebles de sala, comedores, bibliotecas, estudios y RTA. También tuvieron buena acogida los muebles para dormitorios y muebles para oficina.
Crecen las importaciones
Según datos suministrados por Fedemaderas, Colombia es un país altamente importador de bienes de madera pues no en vano en 2013 las compras de productos madereros llegaron a 765,8 millones de dólares, es decir un crecimiento del 1,3 por ciento frente a las compras externas de 2012 cuando el número fue de 755,5 millones de dólares.
Al mirar el mercado se ve que Colombia compra mayoritariamente en el extranjero productos y piezas de madera, le siguen muebles y tableros, paneles y hojas de madera enchapadas y contrachapadas. La mayoría de muebles vienen de China, Brasil e Italia.
“Si nosotros exportamos unos cien millones de dólares entre madera, muebles y productos al año e importamos 322 millones de dólares con tendencia al crecimiento, ello indica que el mercado está creciendo. En cifras per cápita, América Latina es el de menor crecimiento en consumo de madera y por ello hay que crear conciencia en el público sobre la madera, sus derivados y sus productos como elementos ambientalmente sostenibles y cada vez más competitivos”, comentó la señora Ospitia.
Dumping chino, el gorgojo de la industria maderera
La directora ejecutiva de Fedemaderas, Alejandra Ospitia, dijo en este medio que hay empresas del sector de la madera y su cadena productiva que están al borde del cierre por problemas de competencia desleal o dumping con productos que tienen como origen China.
Si bien no entregó detalles por tratarse de una reserva sumarial, aseguró que hay un proceso que cursa en el ministerio de Comercio por dumping por importación de tableros delgados de China. “Ese proceso ya está para decisión final y ese laudo es esperado en el término de un mes, pero lo cierto es que esa importación viciada con dumping acabó con 19 microempresas del Valle del Cauca entre el segundo semestre de 2012 y el primer semestre de 2013”.
El problema del mercado chino es manejado con bajo perfil por la industria de la madera, pero aclara que este golpea fuerte cuando viene acompañado de ilegalidad como el dumping y de competencia desleal que aparte de violar las leyes del comercio internacional, destruye empresas, empleos y progreso.
Conejo a la reforestación
La industria maderera elevó su queja por las trabas que se le vienen poniendo a los recursos para la reforestación, situación lamentable por cuanto en el gobierno de turno se logró una estrategia para la ejecución de la política pública que no se veía hace 40 años en el sector.
Ospitia indicó que los recursos para el Certificado de Incentivo Forestal, CIF, asignados para 2012 fueron de 94.000 millones de pesos y en 2013 dicha partida bajo a 92.000 millones.
La vocera aseveró que infortunadamente por falencias de seguridad jurídica no fue posible que los dineros fueran ejecutados adecuadamente. Además, explicó, el actual ministerio de Agricultura, en contravía del mandato presidencial, redujo el presupuesto del CIF. Lo anterior dice que para reforestación habrá 37.000 millones de pesos anuales, cifra muy por debajo de lo ejecutado en renovación de bosques en 2013 que superó los 50.000 millones de pesos, es decir que el sector maderero se va aquedar escaso en subsidios de reforestación.
“Todo lo anterior le resta seriedad a la política del gobierno, pone en riesgo el medio ambiente y hace que el inversionista nacional que requiere del CIF pierda credibilidad por lo incierto e inestable de este”, declaró.
Dentro de los problemas están las modificaciones tributarias que se han dado y que generan afectación al sector, también la incertidumbre en la titulación de tierras adquiridas legalmente y a las cuales se les aplica de manera retroactiva una ley de 1994 lo cual es violatorio de todo el ordenamiento jurídico colombiano. De incertidumbre económica, dice, preocupa que un gobierno se comprometa por cuatro años con un presupuesto, cumple en los primeros dos años con recursos, aporta recursos sin precedentes para el CIF y al siguiente año los recorta a menos del monto ejecutado del año anterior.
“Yo estuve en la Casa de Nariño con los gremios y el presidente de la República dijo que los recursos no iban a disminuir, luego hay un teléfono roto en alguna parte”, concluyó.