Más vale un Óscar tarde que nunca

Muchos grandes actores solo han visto reconocidas sus carreras con un Óscar cuando ya eran veteranos, como John Wayne, Jack Palance o Paul Newman, algo que quizá vuelva a suceder con la protagonista de “Hiroshima mon amour”, Emmanuelle Riva, que se ha convertido en la actriz de más edad jamás nominada como protagonista al ser finalista a los 85 años por “Amour”.

La francesa Emmanuelle Riva tratará de repetir el éxito de su compatriota Marion Cotillard, que consiguió el Óscar a la mejor actriz protagonista en 2007 por su interpretación de Edith Piaf en “La vie en rose”.

Fue el primer Óscar para una actriz francesa por un papel en francés -y tercero en general, tras los de Simone Signoret y Juliette Binoche por “Room at the top” (1959) y “The English Patient” (1996), respectivamente-. Y el segundo para una actriz que no actuaba en inglés, después del conseguido por Sophia Loren en 1962 por “La ciociara”.

Riva, a sorprender en los Óscar a sus 85 años

Paulette Germaine Riva, conocida profesionalmente como Emmanuelle Riva, tratará de conseguir el cuarto Óscar para una actriz francesa, pero su intento le llega con 85 años y después de una larga y prestigiosa carrera en Europa, que incluye títulos como “Hiroshima, mon amour” (1959), “Thérèse Desqueyroux (1962), “La modification” (1970) o “Trois couleurs: Bleu” (1993).

La actriz francesa consiguió la nominación por su papel de Anne en el drama “Amour”, una dura historia de amor en la tercera edad firmada por el alemán Michael Haneke. Tendrá como complicadas competidoras a Jessica Chastain, por “Zero Dark Thirty”; Jennifer Lawrence, por “Silver Linings Playbook”; Naomi Watts, por “Lo Imposible” y a la jovencísima Quvenzhané Wallis, que se encuentra en el lado opuesto a Riva, al ser la nominada más joven, con solo 9 años, por “Beasts of the Southern Wild”.

Si consigue el premio, Riva pasaría a ser la actriz más veterana en recibir el reconocimiento de la Academia de Hollywood.

Como nominada la supera únicamente Gloria Stuart, que fue candidata como secundaria en 1997 por “Titanic”, aunque no recibió el premio, que recayó en Kim Basinger por L.A. Confidential”.

Como ganadora, la de más edad en conseguirlo fue Jessica Tandy, como protagonista de “Driving Miss Daisy” en 1989, que tenía en aquel momento 80 años -cinco menos que Riva-. Mientras que en el apartado de secundarias, se lleva la palma de la edad Peggy Ashcroft, que consiguió el Óscar en su primera y única nominación en 1984 por “A passage to India”.

Henry Fonda y Christopher Plummer, los actores más veteranos

Mientras, en el lado masculino también ha habido ganadores de bastante edad.

El de más años ha sido el canadiense Christopher Plummer, el recordado capitán Von Trapp de “The Sound of Music”, que vio llegar su primera nominación en 2010 por “The last station”, para conseguir el Óscar dos años después por “Begginers”, cuando contaba con la venerable edad de 82 años y 75 días, según los exhaustivos datos de la Academia de Hollywood.

Como protagonista, el mayor en recibir el Óscar fue uno de los grandes actores del Hollywood clásico, pero que, sin embargo, había sido bastante mal tratado por los académicos. Se trata nada más y nada menos que de Henry Fonda.

Aunque recibió su primera nominación en 1941, con 35 años por “The Grapes of Wrath”, no volvería a optar al premio como actor -sí como productor por “12 angry men”, en 1958- hasta 1982 con “On Golden Pond”, por el que recibiría el galardón un año después de que la Academia tratara de solventar su “olvido histórico” con un Óscar honorífico.

Fonda, de 76 años, estaba ya muy enfermo y no pudo acudir a recoger el Óscar, que lo recibió su hija Jane, quien también actuaba en la película. Fallecería pocos meses después, en agosto.

Un premio que también recibió la coprotagonista del filme, otra de las grandes, Katharine Hepburn, que lo ganó con 74 años -la segunda más veterana en recibirlo, tras Tandy-, pero con la diferencia que la actriz ya lo había conseguido en tres ocasiones anteriores de un total de 12 nominaciones.

Paul Newman, a la séptima fue la vencida

Menos suerte tuvo Paul Newman, que acumuló también nominación tras nominación en su larga y exitosa carrera pero que tuvo que esperar a los 62 años para hacerse con el Óscar, en 1986, por “The color of money”, y también, como Henry Fonda, un año después de recibir otro honorario.

Newman fue nominado por primera vez en 1958, con 33 años, por “Cat on a hot tin roof”. 28 años y otras cinco candidaturas sin premio después, Newman se hizo por fin con el galardón. Y aún tendría tiempo de lograr otras dos nominaciones, en 1994 y 2002, cuando ya contaba con 78 años.

Pero no son los únicos casos de tardanza en lograr el reconocimiento de Hollywood.

El legendario John Wayne solo consiguió un Óscar a los 62 años, por “True Grit”. Y antes una única nominación por “Sands of Iwo Jima” en 1949.

Jack Palance, uno de esos eternos secundarios, fue nominado dos veces, en 1952 y 1953, pero alcanzó el Óscar en 1991 por “City Slickers”, con 73 años. Y Alan Arkin, tras dos intentos fallidos en 1966 y 1968, lo consiguió, igualmente como secundario, por “Little Miss Sunshine” en 2006. Ya contaba con 72 años y ahora, con casi 79 volverá a intentarlo con su papel de productor cinematográfico en “Argo”.

Otro caso destacado es el de Clint Eastwood, que pese a su larga carrera no logró sus primeras nominaciones hasta 1992, a sus 62 años, y por partida triple, como actor, director y productor de “Unforgiven”. Consiguió las dos últimas. Y repetiría, en las mismas categorías, con 74 años, por “Million Dollar Baby”, por la que también fue candidato como actor, premio que se le sigue resistiendo.

Judi Dench, una de las grandes actrices británicas de los últimos tiempos, no fue nominada hasta 1997, con 63 años, por “Ms Brown”. Lo ganó al año siguiente, como secundaria, por “Shakespeare in love” y, posteriormente, ha sido candidata otras cuatro veces, la última con 72 años por “Notes on a scandal”.

Al igual que Helen Mirren, con cuatro nominaciones, la última en 2009 con 64 años, y un Óscar por “The Queen” en 2006, cuando tenía 61.

Pero Emmanuelle Riva, la veterana de esta 85 edición de los Óscar, seguro que opina que más vale tarde que nunca.

Con EFE