Masiva votación en EE.UU podría traer delitos electorales e intimidación

Una de las campañas presidenciales más divididas e impredecibles de los últimos años congrega masivamente en las calles a los votantes estadounidenses. Este comportamiento sorpresivo podría empujar la participación a unos nuevos niveles en algunos estados. Ejemplo de ello han sido los estados de California y Michigan en donde los ciudadanos han tenido que esperar hasta 90 minutos para depositar su voto.

Esto es un signo que demuestra lo contagiosa que se ha vuelto la polémica campaña. Sin embargo, como muchos han censurado el tono áspero y amargo de la contienda, líderes estatales, expertos y defensores de voto han advertido un inusual nivel de confusión y caos, mientras los votantes emiten su voto en la carrera presidencial. El periódico Washington Post dice que los defensores se preocupan de que los votantes no tengan claras las normas actuales en torno a una identificación con foto y la votación temprana.

Además, funcionarios electorales en Pensilvania y Arizona han llegado preocuparse por temas de intimidación potencial emitiendo avisos explicando qué tipos de comportamiento amenazante están prohibidos y las dimensiones exactas de las zonas de amortiguamiento que rodean los lugares de votación.

El diario asegura que por esta razón las preocupaciones han llevado a amplios planes de contingencia y una pesada carga de trabajo para los funcionarios del Estado, abogados y expertos en elecciones, que están tratando de controlar los problemas de voto y solucionar las dificultades en tiempo real.