Matrimonios simbólicos homosexuales para sensibilizar

Cuba realizó simbólicas bodas homosexuales públicas, que calificó de “celebraciones de amor”, en el marco de la Jornada contra la Homofobia y con el fin de sensibilizar a la sociedad para que estas uniones sean legales y admitidas con normalidad.

Hay que “lograr que la sociedad cubana en su totalidad se sensibilice con estos temas, se eduque, comprenda”, dijo la sexóloga Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro, y principal activista por los derechos de la comunidad LGBTIH.

Pero también es un “apoyo espiritual” en la adversidad, añadió Castro, también diputada y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

Desde hace algunos años, el Cenesex presentó a la Asamblea Nacional cubana un proyecto para legalizar las uniones entre homosexuales en Cuba, pero la propuesta aún transita en el proceso legislativo.

“Hay que seguir haciendo agua para que eso no se demore”, dijo Castro, mientras hace un gesto de empujar con sus manos.

Micrófono en mano, una pareja de lesbianas se mira con ternura, mientras un pastor protestante bendice su relación.

“Mimi: prometo serte fiel no permitiendo que otra relación destruya la unión que estamos afirmando”, señala una de ellas.

“Ivón: me prometo a ti, ofreciendo con lealtad y fervor todo mi amor, y todo mi corazón ante Dios, mediante el poder de El y de su amor y su ayuda”, responde la otra, entre expresiones de aprobación de los asistentes.

Dos hombres jóvenes entrelazan sus manos: “Manuel, prometo amarte infinitamente y sin ocultarte nada. Reconozco con la ayuda de Dios la libertad que tienes de crecer como persona, respetando tu tiempo y espacio”.

“Lachi: haré todo lo posible por hacer de nuestras vidas, una relación fructífera y verdadera, como el amor de Dios en este mundo. Te amo”, responde Manuel antes de sellar el pacto con un beso en la boca, entre los aplausos de los presentes.

“Todo sobre nosotros, y todo sobre nuestras relaciones, está bendecido por Dios, por lo tanto hoy estamos bendiciendo a todas las personas en este espacio”, dijo la pastora Cary Jackson, quien viajó directamente desde Nueva York para la celebración.

Los activistas reconocen que la sensibilización de la sociedad y sus legisladores es tarea ardua, lenta, y que requiere de paciencia y amor.