Las cifras de muertos son tan provisionales como cada una de las anteriores acciones tarda en producirse. Se cayeron casas, árboles, hubo corrimientos de tierras y se inundó todo en medio de un absoluto caos en el que el enloquecido viento arrasó cada metro de terreno que atravesaba.
Matthew va arrasando por donde pasa. Las autoridades de Haití informaron que la cifra de muertos ya aumentó a 842 desde que el martes pasado azotó el empobrecido país. La dirección de Protección Civil del departamento Sur, uno de los más afectados por el fenómeno, dio a conocer la información.
La mayoría de las muertes se han producido en Les Caves, Dame Marie y Jeremie, en el departamento sur, donde todavía no ha sido posible restaurar los servicios telefónicos ni de Internet. La responsable de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), Sandra Honoré, expresó que «lamentamos mucho el sufrimiento de las víctimas; una vez más Haití sufre».
La representante del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon reiteró su apoyo al país en estos «momentos duros» y aseguró que siempre estará junto a los haitianos para asistir a los que están sufriendo. «Llamamos a todas y a todos a expresar su solidaridad en este momento crucial», concluyó la declaración de Honoré.
A su paso por Florida, Matthew amenaza Jacksonville, el mayor centro de población en la trayectoria del huracán, con 868.000 de habitantes y casi 1,6 millones de personas que viven en su área metropolitana. Podría, además, estar más expuesto a la ferocidad del fenómeno ya que Jacksonville está en la costa, desprotegido de la tormenta.