Mauricio Vidal: un carnaval en la lente

Bolaetrapo es una comedia deportiva que está en cartelera nacional desde el 21 de marzo. La historia narra un campeonato internacional de bolaetrapo en Barranquilla, todo el color y sabor del caribe lo puso Mauricio Vidal con su fotografía.

Con la riqueza del elenco de al menos 15 personajes más todos los extras que fueron necesarios para ambientar un partido o una fiesta acorde con el sabor Caribe, desarrollar la fotografía no parecía una tarea sencilla. Se requería un experto y Guillermo Iván tenía claro desde un comienzo a quién encomendaría esa tarea: Mauricio Vidal.

Con el transcurrir de la película se convenció de que la decisión había sido un acierto. “Para mí él es el mejor de Colombia en su trabajo y está entre los mejores de Suramérica”, sostiene Guillermo Iván.

A Vidal ya lo conocían por varios trabajos, entre ellos porque fue el encargado de la fotografía en La Milagrosa. Por eso, una de las primeras labores que se realizó de la mano de Vidal fue un scouting intenso para determinar las locaciones donde Bolaetrapo cobraría vida. Luego analizó en cada una las condiciones de luz y tomó en cuenta que el deseo del director y el productor siempre fue que la película se viera con un estilo muy similar al de laCiudad de Dios.


Su decisión fue entonces partir de allí y darle un look muy original y único en el cual el colorido jugó un papel primordial que refleja lo que es la Costa, así como el Carnaval de Barranquilla, y se pensó en locaciones acordes con ese aire festivo y lleno de expresividad.

Así fue que se llegó a la decisión de rodar principalmente en el popular barrio de Rebolo en Barranquilla, y en el municipio de Puerto Colombia, dos de los sitios más representativas del alma currambera y en donde además ha sido tradicional la práctica del juego de la bolaetrapo.

Así mismo, se buscó capturar mucho de la esencia de sus gentes, en lo cual resultó vital la colaboración de los pobladores que hicieron aflorar toda su espontaneidad. Con ellos se rodó el 80 por ciento de la cinta, mientras la otra parte se hizo en un sector popular de México.

La película se rodó en 40 planos secuencia y en total se utilizaron más de 20 locaciones. El resultado salta a la vista: en Bolaetrapo el espectador siente que hace un recorrido por toda la esencia del espíritu costeño y, en particular, del barranquillero alegre, expresivo, desparpajado, espontáneo; por las calles de una ciudad colorida y festiva donde el carnaval se asoma en cada esquina y el ritmo lo impone la música y las olas del mar.

La luz exterior del día jugó un papel importante, pero también se trabajó con el contraluz y los contrastes lumínicos. En las noches se iluminó por zonas para lograr profundidad de campo y se acudió a contrastes entre luces cálidas y frías, pero sobre todo se cuidó la naturalidad tanto en la luz como en las temperaturas.

“Además, se contó con los equipos más modernos, Stady Cam, grúas, cabeza robótica, Dolly… Nos divertimos porque tuvimos un presupuesto más bajo que con La Milagrosa, pero tuvimos más juguetes, todo de última tecnología”, dice Vidal.

Y el efecto de vista que se logró es de tal calidad que las escenas no tiene nada que envidiarle a ninguna producción, el aire a Ciudad de Dios se puede palpar, pero esa ciudad no es otra que Barranquilla vista con un ojo que se movió al mismo ritmo que respira en cada rincón la ciudad.