La persecución de los hermanos Chérif y Said Kuachi, franceses de origen argelino con antecedentes por terrorismo yihadista, se centra desde esta mañana en la zona entre los departamentos de Oise y Aisne (región de Picardía, noroeste de París) después de que los presuntos autores de la masacre fuesen localizados “fuertemente armados” en Aisne, donde han atracado una gasolinera, según medios franceses.
“Dos sospechosos fuertemente armados avistados en Aisne. Según nuestras informaciones, dos hombres que se corresponden con la descripción de los dos sospechosos implicados en el atentado contra Charlie Hebdo han sido avistados esta mañana en la RN2 en Villers-Cotterets”, publicó el diario Le Parisien.
El Gobierno francés ha extendido el nivel de alerta antiterrorista, el más elevado, a la región de Picardía, en la que se desarrollan varias operaciones policiales -en Villers-Cotterets, Corcy, Crépy-en-Valois y Senlis-. Agentes de cuerpos de elite de las fuerzas de seguridad, como el RAID y el GIGN, se han desplegado en la zona para tratar de localizar a los sospechosos, apoyados por helicópteros. Mientras, la sicosis se extiende por el país, después de que una agente de la Policía Municipal haya muerto en un nuevo tiroteo, esta vez en Montrouge, en el sur de la capital. Otro agente se encuentra en estado crítico, según informan medios franceses. Además, varios centros musulmanes han sido objeto de ataques, como una mezquita de Le Mans donde explotó una granada o un restaurante contiguo a una mezquita de la localidad de Villefranche, a 25 kilóemtros al norte de Lyon, donde se registró una explosión.
Un periodista del diario The Guardian aseguró que “los dos hombres han sido vistos en un Renault Clio gris con el número de matrícula oculto y cubiertos por pasamontañas. Se ha informado de que llevaban armas en el asiento trasero del vehículo, que se alejaba de París por la autopista RN2 en dirección a Villers-Cotterets”. Los hermanos Kouachi fueron identificados por el propietario de la gasolinera, donde llegaron encapuchados y portando un fusil Kalashnikov y un lanzacohetes, según fuentes próximas a la investigación citadas por medios franceses.
Posteriormente, la cadena France 3 ha asegurado que los hermanos han abandonado el coche en el que circulaban yse han atrincherado en un edificio en la localidad de Crépy-en-Valois, en la región de Oise, muy cerca del lugar donde habían sido avistados horas antes en la citada gasolinera. Las autoridades han desplegado efectivos de las unidades de intervención rápida de la Policía Nacional y la Gendarmería tanto en Crépy-en-Valois como en la cercana Villers-Cotterets, donde los Kouachi fueron vistos por última vez.
El alcalde de Crépy-en-Valois, Bruno Fortier, ha contado a la agencia Reuters que un enorme despliegue policial ha tomado la ciudad, a 16 kilómetros del lugar donde los Kuachi abandonaron el coche, en el que se han encontrado una decena de cócteles molotov y una bandera yihadista. Además, las autoridades aseguran que han detenido a nueve personas del entorno de los supuestos autores del atentado.
De acuerdo con Le Point, los dos hombres habrían robado en la gasolinera combustible y alimentos antes de darse a la fuga en dirección a Seine-et-Marne, región colindante con París, hacia donde, según ciertas informaciones, se dirigían hace horas. Por ello, se ha desplegado un importante dispositivo policial en las entradas a la capital. En concreto, las brigadas de intervención estacionadas en la puerta de la Villette, en París, han recibido la orden de equiparse con fusiles de asalto y material de protección.
El canal de televisión BFM TV mostraba a las 12.30 hora local (11.30 GMT) imágenes de las entradas al norte de París, donde se han apostado fuerzas policiales. Varios helicópteros de la Gendarmería, del Ejército y de Protección Civil sobrevolaban la zona, en el extrarradio noreste de París, para tratar de seguirles la pista.
Otro ataque yihadista
Horas antes, dos policías habían resultado heridos de gravedad en un tiroteo desatado tras producirse un accidente de circulación en el límite sur de París. Cuando los agentes acudieron al lugar fueron atacados por dos individuos. Aunque algunos medios indicaron que uno de los agresores -de 53 años, con antecedentes penales, y que vestía de negro, llevaba chaleco antibalas y portaba una pistola y un fusil de asalto- había sido arrestado, el Ministerio del Interior francés ha desmentido este extremo. Asimismo, las autoridades policiales de Francia han asegurado que este ataque también tiene una motivación yihadista.
El alcalde de Montrouge ha asegurado que la policía que ha muerto estaba en prácticas y tenía 34 años. El autor de los disparos se ha dado a la fuga, según ha afirmado el ministro del Interior, Bernard Cazenueve, en declaraciones a la prensa desde el lugar de los hechos. Mientras, la cadena de radio Europe 1 ha explicado que la identidad de este arrestado por el tiroteo en el sur de París no se corresponde con la de los dos sospechosos de haber perpetrado el atentado que dejó doce muertos en la redacción del semanario satírico.
Imagen de la redacción de Charlie Hebdo tras el ataque (Twitter).
Se entrega uno de los sospechosos del ataque contra Charlie Hebdo
Por otra parte, uno de los tres sospechosos de haber participado en el atentado contra el semanario, en el que murieron doce personas, se ha entregado a la policía en la localidad de Charleville-Mézières, cercana a la frontera con Bélgica. Mourad Hamyd, de 18 años, se rindió tras haber colaborado supuestamente en los crímenes cometidos por los hermanos Said y Cherif Kouachi, de 34 y 32 años, cuyas identidades han sido difundidas por la policía para pedir la colaboración ciudadana en su búsqueda.
Hamyd se ha entregado de forma espontánea a las 23.00 horas locales tras haber visto su nombre circular en las redes sociales, según la prensa francesa, lo que abre interrogantes sobre su verdadera implicación en los crímenes. El primer ministro galo, Manuel Valls, ha asegurado hoy que durante la pasada madrugada se han producido algunas detenciones más, sin especificar si se trata de personas que estarían ayudando a los sospechosos en su huida. Según fuentes judiciales citadas por Le Figaro, hay siete personas arrestadas.
Mientras, los otros dos presuntos atacantes siguen a la fuga, pero el cerco se estrecha. La policía francesa habría localizado en Aisne a dos criminales “fuertemente armados y peligrosos” que estarían detrás del sangriento ataque contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, famoso por sus controvertidas portadas, críticas en ocasiones con el islam. Según informa Le Point, fueron identificados por un carné de identidad hallado en el vehículo con el que se dieron a la fuga.
Los sospechosos del ataque son estos tres individuos con antecedentes por cooperar con redes yihadistas. Los dos fugados son hermanos de nacionalidad francesa, Said y Chérif Kouachi, nacidos en 1980 y 1982 en el distrito 10 de la capital francesa. Chérif fue juzgado en 2005 por formar parte de una célula de envío de yihadistas a Irak que habría reclutado a una decena de jóvenes para combatir en el país entre 2003 y 2005. Fue condenado entonces a tres años de prisión, la mitad de ellos exentos de cumplimiento. Las fuerzas de seguridad francesas lanzaron anoche un amplio despliegue en la ciudad de Reims, a unos 130 kilómetros al noreste de París, presuntamente en busca de los sospechosos de haber cometido la masacre.
El Gobierno ha movilizado a unos 3.000 agentes en la misión de búsqueda y captura de los atacantes, que acabaron a tiros con la vida de doce personas. Entre las víctimas figuran Charb, el dibujante y director de la publicación, e históricos de la revista como Cabu o Wolinski. También dos policías, uno de los cuales fue rematado por los atacantes cuando yacía malherido en el suelo. Las autoridades han decretado el refuerzo del plan de seguridad hasta el nivel máximo, el de alerta por atentado, y se han lanzado a una búsqueda frenética, para la que han pedido la colaboración ciudadana. “Se han movilizado todos los medios para detenerlos” y que “sean castigados con la dureza que merece el acto bárbaro que han cometido”, declaró ante los medios de comunicación el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve.
“Decid a los medios que somos de Al Qaeda en Yemen”
Corinne Rey ‘Coco’, una dibujante del semanario que presenció el tiroteo, asegura que los atacantes hablaban francés perfectamente y dijeron pertenecer a Al Qaeda. Esta mujer relató que había salido a recoger a su hija a la guardería y “al llegar a la puerta del edificio del periódico dos hombres encapuchados y armados nos han amenazado brutalmente. Quería entrar, subir. He tecleado el código. Han disparado contra Wolinksi, Cabu (…) ha durado cinco minutos”, explicó, citando a dos de los dibujantes del semanario que figuran entre las víctimas.
“Me escondí debajo de un escritorio…, hablaban un perfecto francés (…), se reivindicaban como miembros de Al Qaeda”, añadió la dibujante. Otros testigos citados por medios franceses aseguran que uno de los atacantes les espetó: “Decid a los medios que somos de Al Qaeda en Yemen”.
Aunque no ha habido aún una reivindicación de los hechos, los gritos de los autores del tiroteo –“¡Hemos vengado al Profeta, hemos matado a Charlie Hebdo!”, en francés, y “Allahu Akbar”, en árabe– apuntan a una motivación islamista radical. Lo que sí parece claro a esta hora es que el ataque no fue en absoluto improvisado. “Los atacantes estaban informados y sabían que tenía lugar, el miércoles a las 10:00 horas, la reunión semanal de redacción. De lo contrario, el resto de la semana, no hay mucha gente” en la sede, explicó una periodista del semanario a Le Monde. De ahí que, tras matar a una persona en el exterior, se dirigieron a la segunda planta, donde se celebraba el consejo de redacción para preparar el próximo número. Allí asesinaron a sangre fría a ocho periodistas, un invitado y un policía que ejercía de escolta para uno de los responsables de la revista.
En lo que coinciden los analistas de seguridad es en que el comportamiento de los agresores sugiere que habían recibido entrenamiento militar. “Parecían estar calmados durante el ataque, efectuando uno o dos disparos en lugar de ráfagas de fuego automático, y el minucioso patrón de agujeros de bala en el parabrisas del coche policial apunta a dicho entrenamiento. Algunos expertos dicen que la forma en que actuaron, evitando entrar en pánico cuando llegó la policía, y su exitosa fuga indican que habían ensayado el ataque”, señala Ewen MacAskill, corresponsal de seguridad y defensa del diario The Guardian. “Eran muy profesionales, estaban muy organizados. No puedes realizar algo así sin entrenamiento militar. Sean quienes sean, estaban muy entrenados en tácticas militares”, añade al rotativo británico el excoronel Tony Shaffer, del Ejército estadounidense.
“Yo soy Charlie”
El presidente francés, François Hollande, dirigió a última hora de ayer un breve mensaje a la nación, en el que anunció para hoy un día de luto nacional y apeló a la unidad en defensa de los valores de la República, como la libertad de expresión. Pero antes de que Hollande se dirigiese a ellos, miles de franceses habían tomado de forma espontánea las plazas de las ciudades del país, convocados a través de las redes sociales, y agrupados en torno a un mensaje unánime: “Je suis Charlie” (“Yo soy Charlie”).
La protesta de París tuvo lugar en un silencio escrupuloso, roto de forma esporádica por el llanto de alguno de los seguidores incondicionales de la revista, famosa por su defensa de la libertad.