Más de la mitad del gas natural licuado que Estados Unidos exportará en los próximos tres años será enviado a compradores asiáticos, señalando un cambio potencial en un mercado dominado por América Latina desde el inicio de las exportaciones de gas no convencional en febrero.
Estados Unidos tiene previsto poner en marcha una capacidad de exportación de GNL de 42.9 millones de toneladas anuales en los próximos tres años, con un 52% destinado para empresas de servicios públicos y compañías nacionales de petróleo y gas en Japón, Corea del Sur, India, Taiwán y Singapur, según un análisis de Bloomberg New Energy Finance. Una reciente expansión del Canal de Panamá que permite la apertura de las esclusas para el paso de enormes buques petroleros que transportan el combustible impulsaría los primeros cargamentos con destino a Asia, se lee en el informe.
Estados Unidos surge como uno de los mayores proveedores del combustible destinado a las centrales eléctricas y a la producción de calor en el mundo, mientras sus perforadoras de gas no convencional buscan deshacerse de los excedentes de gas del país. Cinco terminales de exportación están en construcción en el país y se suman a más de veinte proyectos en estudio. Aunque los proveedores se han concentrado en Asia como el mercado principal de los cargamentos de Estados Unidos, los embarques hasta la fecha se han enviado con mayor frecuencia a la vecina Sudamérica.
Mirando a Asia
“Todos están mirando a Asia porque consumen muchísimo”, dijo Anastacia Dialynas, analista de Bloomberg New Energy Finance, en una entrevista telefónica. “Es impresionante que tantas empresas hayan contratado exportaciones de Estados Unidos”.
Más de la mitad de los cargamentos de GNL enviados al extranjero por Cheniere, empresa que se transformó en el primer exportador de gas no convencional de Estados Unidos en febrero, se destinó a Argentina, Brasil y Chile, dijo Dialynas. Otros fueron a Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Portugal e India.
“Yo creo que nadie esperaba que Sudamérica llegara a ser un comprador tan grande”,dijo.
Una gran ventaja para las fuentes de suministros de Estados Unidos es la flexibilidad de los contratos a largo plazo. Exportadores australianos, por ejemplo, han solicitado acuerdos para que su GNL sea enviado a destinos específicos. Por el contrario, los contratos con exportadores estadounidenses, incluyendo a Cheniere Energy Inc., Freeport LNG Development LP y Dominion Resources Inc., poseen cierta flexibilidad en el volumen transportado y el lugar hacia donde se despacha, dijo Dialynas.
Esto también hace difícil prever a qué lugar del mundo se destinará el gas de Estados Unidos, dijo la analista. De la capacidad de exportación de Estados Unidos programada para estar disponible hacia el 2019, cerca de un tercio aún no ha sido contratada o se mantiene en manos de inversores del proyecto, dijo. Otro 22% de la capacidad es propiedad de los denominados compradores de cartera como Royal Dutch Shell.