México dice ¡No más!

¿Por qué los asesinan? Es una de tantas consignas que gritan miles de personas que marchan en las calles del país en señal de protesta por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa hace más de un mes. Las autoridades informan la captura de 59 sospechosos pero de los estudiantes nada se sabe aún.

Este es sin duda el peor momento por el que pasa el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien aún con la fuerte presión que ejercen cada día los padres de los desaparecidos, organizaciones, estudiantes en todo México y hasta la Human Rights Watch, contempla la posibilidad de irse de gira por Australia y China este mes.

El panorama no puede ser peor, han pasado un mes y doce días ya sin que se sepa nada del paradero de 43 normalistas, que después de un tiroteo por parte de policías y algunos sospechosos civiles en Iguala, una ciudad al norte del estado de Guerrero, fueran llevados por estos mismos sin dejar rastro alguno.

Cuarenta y tres días en los que las autoridades han podido capturar un buen número de sospechosos del caso que tiene al país en vilo, pero en los que los padres ya no toleran un minuto más sin saber dónde están sus hijos. No se ha podido establecer si los secuestraron, los desaparecieron o si los tienen escondidos con vida o sin ella.

Este hecho ha puesto en mayor evidencia los nexos de policías y políticos con carteles de narcotráfico mexicanos. En este caso se le acusa a José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala, junto a su esposa de ser los autores intelectuales del ataque que el pasado 26 de septiembre dejó 6 muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos.

La versión de la Fiscalía mexicana apunta a que el ex alcalde ordenó el ataque de represión a los estudiantes para evitar que sabotearan un acto que su esposa, María de los Ángeles Pineda, iba a presidir. Según la misma, se afirma que la policía habría actuado en conjunto con sicarios del cartel mexicano denominado “Guerreros Unidos”.

De esta manera al presidente le resultaría bastante desastroso abandonar el país en este momento y no quedarse para estar al frente de las investigaciones. “Se va de gira el presidente Peña Nieto con la cara de vergüenza porque no ha sabido gobernar a un pueblo valiente” ha dicho Felipe de la Cruz, vocero de los familiares de los desaparecidos.

México hoy ya completa tres días de paro y tres jornadas de protesta, en las que miles de personas se han volcado a las calles en numerosas marchas exigiendo más efectividad al gobierno federal. En últimas horas los padres han amenazado con un paro nacional el próximo 20 de noviembre si hasta ese momento aún no les dan razón del paradero de sus hijos.

PROTESTAS EN MÉXICO


Según información de varios medios mexicanos casi un centenar de instituciones, incluidas universidades de la importancia de la UNAM o la UAM, han parado sus actividades académicas de manera indefinida hasta que no aparezcan los estudiantes con vida.

Estudiantes de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM), Pedagógica Nacional (UPN), Autónoma de la Ciudad de México (UACM) e Iberoamericana (Uia), así como de El Colegio de México (Colmex) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras casas de estudio, se sumaron a la tercera Jornada Nacional y Global de Acción por Ayotzinapa, con paros de 24 a 72 horas o activos, entre otras acciones.

Se desplegaron brigadas informativas en calles, transporte público y estaciones del Metro. Estudiantes del bachillerato universitario y de escuelas superiores repartieron volantes. Demandaron, en algunos casos, como en la estación del Metro Pantitlán, la salida de Enrique Peña Nieto de la Presidencia.

En Ciudad Universitaria, jóvenes manifestaron su inconformidad por las declaraciones del rector José Narro de que los hechos de Ayotzinapa eran un “asunto del estado de Guerrero”. Por ello, pintaron con grandes letras blancas la leyenda “Fue el Estado”.

En el DF estudiantes de diferentes escuelas, junto a padres de familia y niños bloquearon el acceso de entrada y salida del personal de las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR).

También sigue activa una marcha de siete días y 195 kilómetros, que empezó el lunes pasado en Iguala Guerrero y que finalizará con una multitudinaria manifestación en el Zócalo el próximo domingo.

EL MUNDO CON LOS 43 DE AYOTZINAPA


Las voces de protesta no sólo se han alzado en México, el eco del caso de los 43 de Ayotzinapa ya ha llegado a diferentes rincones del mundo, donde miles de personas también se han manifestado en solidaridad con la crítica situación que vive el país centroamericano.

Entre mexicanos residentes y ciudadanos de otros países se han llevado a cabo diferentes acciones para demostrarles a los protestantes que no están solos. Estados Unidos, Holanda, Suiza, España, Francia, Alemania, Australia, Chile, Bolivia y Brasil son algunos de esos países en los que los ciudadanos también exigen justicia y no impunidad al gobierno federal.

Una de las actividades más recientes, es un video realizado por 136 jóvenes de 43 países que estudian en cinco de las universidades más importantes de Estados Unidos; Harvard, MIT, Boston, Berklee y Tufts. Este se titula “The world is watching” (El mundo está observando).

Fue publicado en youtube esta semana y en él los chicos aseguran que la desaparición de los normalistas no es un hecho aislado y que se suma a las más de 20 mil personas que han desaparecido en México en los últimos ocho años. “Queremos justicia, el mundo está observando” declaran.

Nuestro país se unió a la causa a través de twitter con el hashtag #ColombiaconAyotzinapa. Con esta actividad los colombianos también reclaman la aparición de los 43 estudiantes asegurando que México y nuestro país son un solo pueblo. Estos son algunos de los tweets.






VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS


Mientras los padres de los estudiantes aseguran que mantendrán la esperanza hasta el final, denuncian que tras la detención de José Luis Abarca el Gobierno Federal intentará cerrar el caso y anunciará de manera próxima que los normalistas fueron localizados muertos posiblemente en las fosas halladas en Iguala y el basurero de Cocula.

“Queremos decirle a la nación que los padres de familia no vamos a permitir una artimaña más, como la que pretende hacer el Gobierno Federal; de manera descarada pretenden cerrar el caso de Ayotzinapa, con una conferencia de prensa, donde van a anunciar que los normalistas están muertos”, señalo uno de los líderes de los padres de familia ante miles de ciudadanos congregados en el Zócalo capitalino.

Por otro lado el miércoles pasado el gobernador de Guerrero Rogelio Ortega, aseguró que los estudiantes podían estar vivos porque hay testigos que los sitúan en las localidades de Telolopan y Coetzalan. “Se han acercado a mi jóvenes egresados que me han dicho que los vieron en Telolopan y en Coetzalan y que de ahí se dividieron. Tenemos la idea que se mueven, es una esperanza”, ha dicho en una entrevista concedida a Primero Noticias.

Sin embargo las declaraciones de miembros detenidos del cartel de “Guerreros Unidos” afirman lo contrario. En los interrogatorios los criminales aseguraron que todos fueron asesinados.

Los sujetos dijeron a infantes de la Armada que Ángel Casarrubias Salgado, uno de los líderes de esa banda delictiva ordenó ejecutar a los estudiantes de Ayotzinapa y sus cuerpos los enterraron en una fosa localizada en Pueblo Viejo, entre Iguala y Cocula.

Días después de la desaparición de los estudiantes 28 cuerpos fueron encontrados en las fosas de Pueblo Viejo, pero aún forenses argentinos estudian si el ADN de los cuerpos encontrados coincide con el de los familiares de los normalistas.

Entre contradicciones entonces los padres, México y el mundo esperan que se aclaren los hechos y se pueda saber finalmente qué pasó con los 43 de Ayotzinapa, que aún se esperan con vida.

LOS HECHOS


Según ha determinado la investigación realizada por el Gobierno federal, los ‘normalistas’ llegaron a Iguala el 26 de septiembre para recaudar fondos para viajar a la capital el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de la matanza de Tlatelolco.

Ese mismo día, la esposa del alcalde tenía que presentar un informe de su labor al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la familia municipal e iba a dar una fiesta.

Ante el temor de que los estudiantes pudieran alterar la celebración, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los estudiantes.

Con apoyo de agentes del municipio de Cocula, los policías abrieron fuego contra los ‘normalistas’, matando a seis de ellos y dejando 25 heridos. Durante los enfrentamientos, procedieron a la detención ilegal de numerosos estudiantes, a los que trasladaron a los límites de Cocula e Iguala, donde los entregaron al ‘mini-cártel’ Guerreros Unidos.

Según reveló el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, Abarca pagaba entre dos y tres millones de pesos a Guerreros Unidos para tener bajo control Iguala, de los que al menos 600.000 pesos eran usados para control de la Policía local.