A través de la exposición Tigersprung, la artista Barbarita Cardozo nos invita a dar un salto hacia pasado, a través de trajes creados en colaboración con el taller de la diseñadora de moda Olga Piedrahíta. La exposición también incluye acuarelas, accesorios y objetos de moda contemporáneos, que dialogan con las colecciones de trajes y objetos históricos de los museos Colonial, Santa Clara y de la Independencia – Casa del Florero. Con lo anterior, Cardozo nos invita a reflexionar sobre la incidencia del periodo colonial en la actual realidad social y política del país. Tigersprung estará de moda desde el 16 de julio hasta el 23 de agosto en el Museo Santa Clara.
Bajo el cielo embovedado que cubre al Museo Santa Clara, se levanta una plataforma sobre la que cuerpos fantasmales desfilan trajes y accesorios confeccionados en yute, algunos con influencias del punk y otros que aluden a los hábitos religiosos, a los uniformes militares y a los vestidos de la nobleza de los siglos XVIII y XIX. Esclavinas, tocas, trajes de luces, casacas con charreteras y galeas hacen parte de esta muestra que reinterpreta los aspectos sociales, políticos e históricos del país.
Bajo ese mismo cielo, las imágenes religiosas comparten sus nichos con los perfumes, hebillas de lujo y mitras bordadas, entre otras piezas procedentes de colecciones privadas, para proponer nuevas lecturas de los retablos. Al exhibir objetos de moda en medio de las imágenes coloniales, la artista hace referencia al culto que hoy se le rinde a los objetos exhibidos en las tiendas de moda.
En la penumbra misteriosa que guarda el túnel del museo y entre los antiguos confesionarios, se muestra una serie de acuarelas semejantes a las de costumbres, que durante el siglo XIX sirvieron como registro a los investigadores y a través de las cuales se conoció la vestimenta de mestizos, indígenas, campesinos y esclavos, que no aparecían en los retratos de personajes oficiales de esa época. Las de Tigersprung retratan a Nairo Quintana con su ruana rosada, a Madonna y Lady Gaga vistiendo hábitos, los sombreros jijpijapa de Benedicto XVI y Carlos de Gales… Son acuarelas contemporáneas que proponen una nueva estética del viajero, cuyo foco no está en la representación de la cotidianidad, sino en la crítica a una imagen mediática, su relación con la moda y las construcciones sociales contemporáneas.
El término Tigersprung, que le da el nombre a esta exposición y literalmente traduce “salto del tigre”, fue acuñado en 1930 por el filósofo alemán Walter Benjamin para referirse a la forma en la que se reinterpretan los objetos culturales del pasado, creando nuevos significados para producir una transformación cultural en el presente. En palabras de Laura Zarta, curadora de esta muestra, “la exposición propone una experiencia en la que objetos históricos y piezas contemporáneas se encuentran en un lugar cargado de simbología y memoria, creando una relación entre la tradición y los símbolos antiestablecimiento que caracterizan la obra de Cardozo”.
Tigersprung estará de moda desde el 16 de julio hasta el 23 de agosto en el Museo Santa Clara.