Muere Botín, presidente de Banco Santander

Emilio Botín, de 79 años de edad, sufrió en la noche del martes un infarto de miocardio en su domicilio de Somosaguas, en Madrid. Los restos mortales del empresario serán trasladados a lo largo del día a la localidad cántabra de Puente de San Miguel, donde serán enterrados en la finca familiar.

Por su parte, el banco informaba a primera hora de la mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que, de acuerdo con lo previsto en el artículo 24 del reglamento del consejo, se reunirían la comisión de nombramientos y retribuciones y el consejo de administración para designar al nuevo presidente de la entidad.

No obstante, según ha confirmado El Confidencial, será su hija, Ana Patricia Botin, la nueva primera ejecutiva de la entidad en aplicación de un protocolo de sucesión escrito años atrás. Las acciones de Santander, que han llegado a caer un 2 por ciento en bolsa hasta los 7,6 euros por acción, moderan el castigo en la media sesión al 1por ciento.

Una figura clave en la configuración de la banca española


Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos, perteneciente a toda una familia de banqueros, nació el 1 de octubre de 1934 en Santander. Licenciado en derecho por la Universidad de Valladolid y en Economía por la de Deusto, ingresó en la entidad de la que fueron presidente su padre y su tío con tan sólo 24 años. Desde entonces fue ocupando cargos cada vez de mayor relevancia hasta que con 30 años se puso al frente de la dirección general.

En 1971 fue elegido vicepresidente segundo del consejo de administración de la entidad financiera. Miembro de la Comisión Ejecutiva del Banco Santander desde 1964, fue designado consejero delegado en 1977. El 19 de noviembre de 1986 fue nombrado presidente.

Padre de seis hijos, Ana Patricia, Carmen, Emilio, Carolina, Paloma y Francisco Javier, ha sido el artífice de la expansión del Banco Santander tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, hasta convertirlo en la primera entidad Española y la decimocuarta del mundo.

Y es que, sin duda, Botín ha sido unafigura clave en la configuración de la banca española en las últimas décadas desde su llegada a la presidencia de Banco Santander en 1986. Todo con un propósito: ser el líder del sector.

Con esa vocación rompió el orden establecido con el lanzamiento, hace 25 años, de la SuperCuenta Santander. Con ese producto lanzaba un órdago al sector. Se acaban los contubernios. La banca española necesitaba competencia, y él estaba dispuesto a acentuarla.

Aunque su maniobra definitiva, la que puso a Banco Santander en otra dimensión, fue la fusión con Central Hispano en 1999. Con esa operación demostró que iba en serio, que Santander tenía una absoluta vocación de liderazgo.

Cinco años después demostró que no solo estaba dispuesto a apostar a lo grande en el terreno nacional. Y se plantó en la mismísima City londinense para adquirir Abbey National. El movimiento sorprendió en un principio, pero rápidamente implementó su conocimiento en el manejo de la red comercial y trasladó al mercado británico su capacidad de agitar el sector en cualquier país.

Como prueba evidente de que no tenía pensado detenerse, en febrero de 2006 pronunció una de sus frases más célebres. “El límite es el cielo”, proclamó, durante la presentación de los resultados de 2005, ejercicio en el que los beneficios del banco superaron los 6.000 millones de euros. De ese modo, certificaba que la ambición de crecer de la entidad continuaba intacta.