El ya expresidente de Zimbabue Robert Mugabe recibió garantías de que no será juzgado en el marco del acuerdo alcanzado para que accediera a dimitir el pasado martes, según han desvelado este jueves fuentes próximas a la negociación.
Asimismo, el veterano dirigente también recibió garantías para su seguridad dentro del país ya que no desea partir al exilio y quiere morir en Zimbabue.
Según una fuente gubernamental, Mugabe, que tiene 93 años, dijo a los negociadores que quería morir en Zimbabue y que no tenía intención de vivir en el exilio. “Era algo muy emotivo para él y se mostró muy firme”, ha contado la fuente, que no está autorizada a hablar de los detalles del acuerdo. “Para él era muy importante que se le garantizara la seguridad para permanecer en el país (…) aunque eso no le detendrá de viajar al extranjero cuando quiera o tenga que hacerlo”, ha puntualizado.
Desde que el martes el presidente del Parlamento anunció la dimisión de Mugabe, tras 37 años en el poder, no se habían conocido detalles sobre el acuerdo que éste habría alcanzado con el Ejército, que tomó el control del país el 14 de noviembre, para acceder a renunciar al poder.
Su caída ha venido forzada por su decisión de cesar al vicepresidente Emmerson Mnangagwa el pasado 6 de noviembre, lo que fue visto tanto por el Ejército como por los veteranos de guerra y un sector del gobernante ZANU-PF como un intento de allanar el camino a la sucesión a la primera dama, Grace Mugabe.
Mnangagwa fue restituido como miembro del ZANU-PF durante el fin de semana y ha sido propuesto por el partido para ocupar el puesto dejado vacante por Mugabe. Así las cosas, tras regresar este miércoles al país, está previsto que este viernes tome posesión como nuevo presidente.
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