Los daños económicos causados en EE.UU. por los efectos de la tormenta “Sandy” podrían ascender a entre 30.000 y 50.000 millones de dólares, por encima de las estimaciones iniciales y de los causados por “Irene” del pasado año.
“Los dos principales factores responsables de estos enormes costos son el parálisis de la actividad económica y los daños causados en propiedades aseguradas y no aseguradas”, aseguró hoy la firma de evaluación de daños IHS Global Insight, en un comunicado.
En un principio, se había evaluado de manera preliminar que los costos serían de entre 10.000 millones y 20.000 millones de dólares.
No obstante, la magnitud de los destrozos en los estados de Nueva York y Nueva Jersey, los más afectados por las inundaciones y destrozos y que cuentan con una gran densidad de población, ha provocado una revisión al alza.
Nueva York estuvo totalmente paralizada lunes y martes, y el transporte público sólo comenzó a funcionar de manera limitada desde ayer.
Asimismo, el Departamento de Energía de EE.UU. informó hoy que todavía se mantienen sin luz cerca de 4,9 millones de hogares en la región noreste del país.
Según estos cálculos, el costo económico de “Sandy” superaría al huracán “Irene” del año pasado, que también afectó a la costa este, y tuvo un impacto económico de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares.