Radamel Falcao García no irá al Mundial. No le alcanzó en su intento de recuperación y se queda la Selección Colombia sin el más importante de sus jugadores, 10 días antes de iniciar Brasil 2014. Aunque la ilusión de muchos aficionados era verlo con la camiseta amarilla en la cita futbolística, Pékerman con la cara larga, una notoria tristeza y una sensatez para aplaudir, le dio la cara al país para anunciar que el súper crack y gran artífice de la última clasificación colombiana a un mundial de fútbol se quedaba por fuera de la nómina de 23 jugadores.
También, aparecieron en la rueda de prensa Amaranto Perea y Luis Fernando Muriel, que al igual que el samario resignaron el sueño mundialista, pero que con gran profesionalismo y de manera estoica contestaron las preguntas del periodismo que se volcó masivamente en la sede del conjunto cafetero en Buenos Aires, para conocer la decisión final del estratega argentino. Para Perea es sueño sin cumplir debido a su edad (35), caso contrario lo de Muriel y Falcao quienes pueden seguir soñando con esa posibilidad.
Como es obvio hay tristeza, pero el país, el cuerpo técnico y la plantilla de jugadores tendrán que superar la resaca rápidamente, el mundial está a la vuelta de la esquina y a esa cita tenemos (todos) que llegar con el máximo de concentración. Las ganas y el buen momento de varios jugadores, hacen pensar que se puede concretar una presentación por lo menos decorosa. Colombia posee un grupo maduro, con jugadores que tienen una mentalidad diferente a la de otros procesos, que en los últimos años han convivido y se han nutrido de las ligas más competitivas del mundo.
El país pasa por un momento estelar en materia de delanteros. A falta de Falcao; Adrián Ramos, Teófilo Gutiérrez, Carlos Bacca y Jackson Martínez serán los encargados en tierras brasileras de ponernos a cantar el anhelado gol, ese que hace 16 años no gritamos y que se quedó anclado en el ya lejano 1998 con Leider Preciado en el mundial francés.
Aplaudir a Falcao por su entereza, profesionalismo y por renunciar a su sueño. Entendió, que por encima de sus intereses, están los de todo un país. A un mundial se debe ir al 100% y ese no era su caso. Para Pékerman, fue una jornada dura, pero como el gran líder que es, puso la cara y le anunció a todo el país la cruel verdad, en lo que consideró su día más triste desde que asumió la dirección técnica de La Selección.
Nos tocó conformarnos y dejar atrás las lamentaciones, en 12 días nos esperan los griegos. No hay plazo que no se cumpla, llegó el mundial y aunque sin tigre, el país espera lo mejor de sus 23 elegidos.