El cantante y compositor Camilo Sesto, un mito a ambos lados del Atlántico tras una larga y exitosa carrera en la que vendió millones de discos -fue el primer cantante español que logró el disco de platino- y legó canciones que recuerdan varias generaciones, ha fallecido este domingo a los 72 años en Madrid.
Su cuenta oficial en la red social Twitter ha comunicado la muerte del artista, que fue provocada por un fallo renal por el que había ingresado en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid (Pozuelo de Alarcón, Madrid), según ha apuntado el representante del cantante, Eduardo Guervós.
En declaraciones a TVE, el representante ha explicado que el estado de salud del artista se encontraba “muy deteriorado” a causa de estas complicaciones renales, por las que ya había sido ingresado el pasado año.
En agosto de 2018, el cantante, que tenía un hígado trasplantado, debió permanecer durante unos días en el hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) a causa de un cólico nefrítico.
Entonces acudió al centro médico aquejado de un fuerte dolor lumbar, que, tras las pruebas pertinentes, fue diagnosticado como cólico reno uretral. Recibió el alta el 3 de agosto tras superar la complicación.
Camilo Blanes Cortés nació en Alcoy (Alicante) el 16 de septiembre de 1946 y realizó estudios de Bellas Artes. Tras formar parte del grupo Los Dayson, con 18 años se trasladó a Madrid y participó en el popular concurso de Televisión Española “Salto a la Fama”.
Tras una breve carrera con el grupo Los Botines en los años sesenta, su carrera en solitario tuvo su primer gran éxito en 1971 con su primer álbum, “Algo de mí”.
A partir de entonces consolidó su condición de estrella internacional en el Festival Internacional de la OTI (1972), donde presentó “Algo más”, que se convirtió en una canción superventas y le permitió dar el salto a toda Hispanoamérica, donde a partir de entonces también se convertiría en un ídolo de masas.
En años posteriores encadenó éxitos con temas como “Ayúdame”, y “Quieres ser mi amante”, logró el éxito de público y crítica con la versión española de la ópera rock “Jesucristo Superstar”, en la que daba vida a Jesús.
En 1978 publicó su disco más vendido, “Sentimientos”, el décimo y más vendido de su discografía. La obra comenzaba con una de sus canciones más conocidas, “Vivir sí es morir de amor”, que se ha convertido en un legado intergeneracional para el público.
En los años ochenta gozó del reconocimiento del premio ACE de la Asociación de Críticos Hispanos de Nueva York y con el cambio de siglo, tras un año de recuperación al ser sometido a un trasplante de hígado, sacó el álbum “Alma” en 2002, que contenía el popular -y controvertido- tema “Mola mazo”, con el que trató de reencontrarse con el público joven tras cuatro décadas de carrera.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha lamentado la muerte del músico y compositor, sobre el que ha dicho que sus melodías “serán siempre parte de nuestra memoria”, mientras que el ministro de Cultura en funciones, José Guirao, ha lamentado la pérdida de “una de las grandes voces españolas que han sido escuchadas con éxito por todo el mundo”.
Otro ídolo de su generación, el cantante Raphael, se ha despedido de su “gran amigo” con un mensaje en las redes sociales en el que ensalza el impacto en España y Latinoamérica de un “ídolo indiscutible”.