El movimiento consolidó sus estatutos y fijó rumbo al Consejo Nacional Electoral para su aprobación. Listas cerradas, control político y órganos de dirección protagonizan en la concepción oficial del uribismo como partido político.
Este martes cerca de dos mil personas sentaron las bases de la visión legislativa del Centro Democrático para el nuevo Congreso. Desde la sala principal del Centro de Convenciones G-12, el mismo establecimiento que celebró la victoria del excandidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, en la primera vuelta, militantes del uribismo de todo el país aprobaron la asamblea fundacional del partido y se van al Consejo Nacional Electoral para completar el proceso.
Durante el encuentro se certificaron nueve reglamentaciones bajo la discusión y moderación del expresidente Álvaro Uribe Vélez, junto con la bancada del uribismo, que determinarán el modo en que opera el movimiento. Este abecedario estatuario resalta aristas que de seguro desatarán polémica en la agenda legislativa frente a los movimientos de la Unidad Nacional.
En efecto, para las elecciones regionales y municipales del año que viene, el uribismo lanzará a sus candidatos en lista cerrada. Este tema se debatió por varios minutos, pues un grupo de parlamentarios de diferentes regiones pidieron dejarla abierta, pero una mayoría decidió lo contrario. Asimismo, líderes del departamento de Casanare hicieron la misma solicitud pero el quórum escogió rechazarla.
Cuando se efectuaron las elecciones para Congreso en marzo, la lista cerrada del Centro Democrático generó discusión debido a que este mecanismo pone al electorado a votar por el partido en total (simbólicamente) y no por un candidato en particular. Este procedimiento salvó a los aspirantes para Cámara y Senado que no alcanzaron el umbral de votos requeridos por ley individualmente, sin embargo causó malestar en el sentido de que se dificulta medir la repartición de curules dentro de un partido por mérito de participantes.
Con la decisión de dejar las listas cerradas de cara a la jornada electoral del próximo año, los que queden elegidos por el Centro Democrático calarán bajo la misma confluencia.
Otro de los aspectos que llaman la atención – consignado en el segundo estatuto- es considerar a todos por igual y no dar privilegios especiales a nadie, exceptuando a Álvaro Uribe Vélez. Los redactores del documento, liderados por Eduardo Arbeláez, enfatizan que Uribe merece consideración especial por tanto que es el fundador del partido. Los asistentes celebraron la decisión con aplausos y alaridos.
Por otro lado, el Centro Democrático estableció como bandera estatutaria el control político y reglamentó la manera en la que la bancada tendrá que comportarse en el Congreso. Se dio la indicación de carnetizar a cada miembro para evitar la doble militancia y asegurar total asistencia en convenciones municipales y regionales.
“Las consultas internas tienen que ser para que voten los militantes del partido, carnetizados, para elegir a un determinando aspirante. No vamos a permitir que cualquiera lo sea (…) habrá un protocolo de calificación. Que los candidatos se preparen, que tengan la estructura ideológica para asegurar un buen control político”, enunció Óscar Iván Zuluaga, director del movimiento.
Este reglamento se puso a prueba durante el encuentro, pues un par de personas con criterio de “paracaidista” pretendieron obtener un aval del partido siendo militante de otro. “A ellos la pena será contundente, eso lo dice el reglamento”, precisó Zuluaga. El punto mencionado tiene sus antecedentes, ya que en movimientos como el Partido Conservador (cercano al uribismo) está fresca la denuncia de doble militancia lanzada en contra de los ‘azules’ que apoyan al presidente Juan Manuel Santos. Sin embargo no es coincidencia que varios críticos señalen al Centro Democrático como el lugar que albergó a numerosos disidentes de otras corrientes políticas.
En todo caso, la ejecución de los nueve estatutos promulgados oxigena al uribismo para que se subraye como la oposición de peso a la actual administración sin que se fragmenten sus partes, aunque no están exentos de abstencionismos o desertores. Así las cosas, al término de la reunión se fijó que en octubre habrá una nueva convención nacional y se dispuso del tiempo que queda para pulir los últimos detalles de la fundación. De igual forma, anunciaron la que será la previa del artillero político que ejecutarán en el congreso: 10 proyectos de ley repartidos en los temas de salud, vivienda, pensiones, sector agropecuario, educación, reforma a la justicia , fuero militar, salario mínimo, forma electoral y regalías.