Nacional vence a América en el duelo de los perdedores y se marcha de Japón con el tercer puesto que le alivia las penas de la catástrofe contra Kashima. Berrío y Guerra adelantaron a los verdolagas, que perdieron la ventaja por dos errores en defensa. En la ronda de penaltis, Borja anotó el tanto decisivo.
Nacional logró el tercer puesto en el Mundial de Clubes, consiguió el alivio del perdedor y venció a un América que presentó batalla en Japón. Los verdolagas tuvieron que acudir a la línea de once metros para definir el partido. Ahí Borja no penó como la pasada noche contra Kashima. La puso en la escuadra, lejos del alcance de Muñoz, para proclamar al verde tercero del mundo.
Nacional dejó escapar una ventaja de dos goles por sendas desconcentraciones en defensa. Fue un equipo de contrastes, con lucidez en ataque pero también con problemas en la retaguardia. Berrío y Guerra representaron la inspiración en la ofensiva. El extremo se desquitó de su error contra Kashima -que lo acompañará por mucho tiempo-, participando en los dos goles. En el primero recibió el pase de Uribe y cuando preparaba el cañón con su diestra llegó el defensor Samudio para tocarla lo justo y confundir a su arquero.
El lobo Guerra también buscaba su gol y lo encontraba a los veinte minutos gracias a un buen servicio de Berrío que el volante concretaba con un remate seco desde la frontal. Contra América sí que entraron las oportunidades, pero también volvieron los errores en defensa. América disminuía la ventaja por medio de Arroyo, que recibía un pase demasiado solo en el punto del penalti y no perdonaba ante Armani.
En la segunda mitad Nacional volvió a conceder demasiados favores. Guerra no definió con la misma claridad en las ocasiones que dispuso y terminaron acordándose de ellas con el tanto del empate que hacía Peralta desde el punto de penalti. Farid Díaz se pasó de brusco en el área en una disputa en el salto donde arroyó a Samudio.
Los verdolagas buscaron hasta el final el tanto de la victoria. Borja ingresó en el último cuarto de hora pero ni siquiera la estrella de Nacional consiguió evitar que se acudiera al punto de penalti para decidir el partido. El mismo Borja terminó convirtiéndose en el héroe de la ronda fatídica, haciendo el gol decisivo con un misil a la escuadra derecha. Nacional sale tercero de Japón, con la honra de despedida pero con el amargo sabor de no haber disputado el título ante el Real Madrid.