Nacional se hace humano en Asunción

Un gol en propia puerta de Pereira le mantiene vivo en la eliminatoria que se decidirá en el Atanasio. Los verdolagas se desesperaron entre el juego provocativo de Cerro y las decisiones de Pitana. Borja acabó expulsado en una acción incomprensible del jugador y se pierde la vuelta. (1-1)

Nos había malacostumbrado Nacional con el nivel que venía mostrando durante todo el año. Con Borja como estandarte, no se divisaba ningún equipo que pudiera bajarlo del Olimpo en el que se encontraba. Sucedió en Asunción. Los verdolagas cayeron en el juego provocativo de los paraguayos y, desesperados, perdieron el norte del partido. Frente a Cerro, Nacional volvió a parecer humano. Los verdes salieron vivos de Defensores.

No pudo escoger peor día Nacional para tener una mala noche. Se sacrificó en el esfuerzo, pero contra Cerro no salió nada del derecho. La roja de Borja influyó enormemente en el encuentro y, a la espera de la vuelta, puede que la eliminatoria. El delantero, en boca de todos tras su exhibición contra Coritiba, perdió los papeles y agredió a Domínguez en una jugada que puede salirle muy cara a su equipo. Se equivocó.

El encuentro se desenvolvió en medio de un juego brusco, tosco, de hombres como se suele decir. Y por ahí perdió gran parte de sus posibilidades Nacional. Reinaldo les debió advertir a sus pupilos de la caldera que vivirían en Paraguay, donde nunca antes habían caído. Les tenían ganas y les hicieron pagar las anteriores visitas.

La primera parte no tuvo un dueño claro. Los verdolagas mostraban pinceladas por medio de un inspirado Guerra y un enchufado Ibargüen. Pero nunca terminaron de ser los amos del partido. Cerro tenía el plan claro, balones en largo y seriedad defensiva. Ni siquiera le hizo falta intimidar a un Armani que, salvo en el gol, tuvo una participación testimonial. Cerro apenas se acercó con peligro al arco, pero en medio del ida y vuelta, Nacional perdió.

No le faltaron ocasiones. Borja avisó en el 22‘. Ibargüen y Berrío conectaron una jugada al primer toque en el área que acabó en los pies de Borja. El delantero se sacó un disparo en lo que dura un puesto libre en transmilenio. El balón se marchó por poco lamiendo el palo. El gol se le escapó por lo mismo que el SI no ganó el proceso. En el 35’ volvió a disponer de otra oportunidad pero no era el día del ariete, ya había gastado los tres deseos en el anterior partido contra Coritiba.

No falló Cerro, que se adelantaba en el marcador con un penalti cobrado por Domínguez. Éste no perdonó ante Armani, que se venció pronto al lado contrario. Tocaba remar como contra Coritiba, pero la noche no tuvo el mismo final feliz.

Poco tardó Nacional en perder ritmo del juego. Con cinco minutos de la segunda mitad, Borja cometía una agresión incomprensible sobre Domínguez. Pitana no se lo pensó. Roja directa y la eliminatoria que parecía imposible para Nacional. Sin Borja, su nivel no es muy diferente al resto de equipos de Sudamérica. Acertó el colegiado con la expulsión pero también se le escapó el partido en ese mismo momento. En los siguientes diez minutos se sucedieron más patadas y agresiones que en el resto del juego.

Parecía que el final ya estaba escrito. Berrío intentó sobreponerse a la situación y tuvo en sus pies un ocasión que sacó el arquero de milagro. Tampoco era su noche. Los paraguayos se sintieron cómodos con el guión que había desencadenado Pitana con sus decisiones. Nacional también pasó de tigre a gatito sin su máxima figura.

Pero el fútbol nunca entiende lógica. En una jugada de córner, lo poco que tenía Nacional para crear peligro, llegó el tanto del empate. Aguilar se elevaba para rematar un balón que acabó metiendo en propia muerta Pereira en una acción extraña. El gol resucitaba a un muerto. Nacional sale vivo de Paraguay y el empate final, bajo las circunstancias que se vieron, tiene el mismo valor que una victoria. Los verdes se agarran al empate para la vuelta donde no estará su estrella, Borja. El Atanasio tendrá que engalanarse para una nueva noche de remontada.