Desde La Habana, “Andrés París”, uno de los delegados de las Farc en la mesa de negociación, esboza las posiciones del grupo guerrillero frente a la actualidad política y los temas más vivos del debate ante el proceso de paz.
No hay verdades tajantes sobre el estado actual de las conversaciones entre el gobierno y las Farc. El ambiente que se percibe en La Habana, tras conversaciones con miembros de las Farc, es el de una guerrilla empeñada en mantener en su discurso un ánimo positivo frente al proceso y expectante al desarrollo de los debates de la coyuntura política que se dan día a día en el país, de los cuales, se sienten protagonistas.
Algo claro que sí se puede inferir es que esta guerrilla tiene planes de largo plazo para estar sentada en la mesa de conversaciones, no en vano tienen 34 personas dedicadas al apoyo del proceso y un esquema organizado de atención a la prensa y a los visitantes que se desplazan desde distintos países a entrar en contacto con ellos.
En esta entrevista desde La Habana, uno de los delegados de las Farc, “Andrés Paris”, esboza posiciones frente a los temas más vivos del debate ante el proceso y de la política. A pesar del “reversazo” del presidente Santos en su propuesta de reelegirse por dos años, el vocero de las Farc afirma que esa medida sería beneficiosa para el país.
Maria Alejandra Villamizar: Previo al inicio de este nuevo ciclo de las conversaciones se evidenció un debate entre el Procurador Alejandro Ordoñez, y el Fiscal Montealegre. El concepto de cárcel, los enfrenta: ¿La palabra cárcel que significa para Ustedes?
Andrés París: La palabra cárcel, como una fórmula del fin del conflicto, encierra la concepción de quienes tienen la idea de que se está dialogando con una guerrilla derrotada y con unos comandantes acosados por una persecución militar y judicial. El enfrentamiento entre el Procurador y el Fiscal es importante porque se ve que en el país hay sectores que buscan caminos distintos a las leyes ya establecidas para arribar a la paz. En el Procurador se expresa la caverna reaccionaria de derecha y, seguramente, en el Fiscal se expresan sectores avanzados que ven que así como la Ley se hace, también se puede deshacer en servicio de los grandes propósitos políticos de la patria.
El Fiscal pone de presente que al interés superior de la paz, el Estado puede subordinar toda la infraestructura jurídica, para modificarla y ponerla al servicio de un acuerdo que de fin al conflicto.
Son fórmulas que en lo político se tienen que desarrollar, y la mesa es un determinante muy importante del acontecimiento político colombiano, no solamente del acontecimiento mediático. Entonces hay que anunciarle al país: es posible encontrar fórmulas legales para ponerle fin al conflicto, pero no va a ser la cárcel para los comandantes que estamos en la Habana.
M.A.V: Ustedes ya han avanzado en estudiar en esas fórmulas legales que le van a proponer al gobierno para incorporarlas en la ley estatutaria del marco para la paz?
Lo hemos dicho y se lo dijimos al gobierno en la mesa. Los elementos legales que legitimen el acuerdo final tienen que ser construidos entre las partes de la mesa con participación de los sectores de la sociedad. La mesa tiene una soberanía, pero tiene un respaldo popular que, después de la marcha del 9 de abril es claro, no solo que contamos con el pensamiento flexible de que el ordenamiento jurídico se puede modificar, sino que esa flexibilidad cuenta con el apoyo de los colombianos que salieron a apoyar la mesa y la paz.
MAV. Vamos con otra palabra del mismo debate. Impunidad. ¿Qué significa para ustedes?
AP: Nosotros debemos manejar un lenguaje pedagógico desde la insurgencia que entre a rebatir conceptos y simbología de las palabras. Nosotros estamos de acuerdo en que no haya impunidad pero del Estado, que es el responsable principal de la violencia de la actual crisis de derechos humanos, social y económica de los colombianos. Entonces, hablar de “Impunidad” para referirse a cárcel como el castigo para los combatientes es todo un cuerpo de doctrina del derecho internacional que pretende volver victimarios a la insurgencia, cuando la insurgencia es la respuesta a la violencia del Estado.
Decimos “no a la impunidad”, porque en los acuerdos de paz tenemos que llegar a precisar las responsabilidades de las partes, hemos dicho que estamos dispuestos a establecer la verdad en todo este proceso, pero “esclarecimiento” de la verdad no como están en ciertos textos jurídicos del derecho internacional, sino la verdad que tenemos que encontrar los colombianos. ¿Quién fue el que mató a Jorge Eliecer Gaitán, y quién fue el que mató a 300 mil colombianos después de su muerte, y quién asesino a la unión patriótica, quién asesinó a tres candidatos presidenciales de la oposición y de la izquierda, quién mató a Carlos Pizarro León Gómez. Esos qué y quiénes… hay que respondérselos.
MAV: Claro, y también saber qué y quién lanzó los cilindros que explotaron en Bojayá o qué y quiénes fueron los responsables de los miles de secuestros. ¿Son conscientes de que esos hechos deberán ser esclarecidos también?
A.P: La confrontación armada es la repetición de hechos violentos que las partes ejecutan dentro de principios, unos legales, nosotros políticos y revolucionarios. Es claro que no habrá problema de hablar de todos los hechos de guerra acontecidos a lo largo de toda esta historia. Para hablar de ellos, tenemos que encontrar es la fórmula de que se haga con equilibrio a la verdad histórica.
MAV: En su momento hubo marchas aun más multitudinarias que la del 9 de abril por rechazo al secuestro… ¿Habrá también un qué y quién sobre los secuestros que dejaron tanto resentimiento y dolor?
AP: Cuando se anunció este tema en este experimento de diálogo que se da en La Habana el comandante Timoleón Jiménez expresó la disposición de esclarecer casos, los que quiera la sociedad, o instituciones o el establecimiento. Estamos dispuestos a crear una comisión para eso. Pero este tema de lo que se llama secuestro y nosotros retención por imposición fiscal a grandes capitales, lo que hay que decir de nuevo es que ésta acción se acabó de forma unilateral, y nos siguen recriminando como si fueran nostálgicos, de una acción de las Farc. La campaña no cesa…
MAV ¿Qué hacer para que la sociedad logre perdonar los actos de guerra, y curar el dolor de la población? Algunos dicen que nunca podrían superarlo…
AP: Los responsables de la guerra, tienen que asumir la responsabilidad que el pueblo les obligue, más allá de un perdón. Debe haber una gran movilización para que las heridas que se abrieron en el periodo de la confrontación se sanen en un nuevo ambiente político. Nada puede ser más reparador que una nueva realidad política y una fraternidad y una reunificación en un proyecto de paz, de patria, donde predomine la justicia social, la equidad, es el mejor perdón que nos vamos a poder dar.
MAV: Avancemos en otro de los temas de coyuntura que se anticipa a la mesa. ¿Cómo se imaginan las Farc, tras el acuerdo general, la participación política. Quieren llegar al Congreso, y tener candidaturas al concejo, asambleas, alcaldías, gobernaciones?
A.P: No es para los guerrilleros, o para los comandantes. Nuestro interés de que se amplíe la participación política es para todos los colombianos, para las agrupaciones que han sido restringidas en sus derechos. La participación sobre la base de la modificación de instituciones y leyes que restringen la participación de los colombianos en su actividad política. El régimen electoral, los órganos rectores de estos procesos, el Consejo Nacional Electoral, la Registraduría son una trampa perfecta para que ganen los poderosos.
También decimos, “entrémole” a ver los cambios que hay que hacer en materia de comunicaciones, radio y televisión. Estamos en un proceso de concentración total de la comunicación en manos privadas, afectando pequeños esfuerzos que se invierten en unas comunicaciónes alternativas y que se ven ahogadas por las posiciones que responden a los monopolios. Dejen expresarse a los colombianos. Colombia no es ese monocolor que expresan en los medios masivos, Colombia es diversa, izquierda, centro, la derecha tiene distintos matices y esoo se tiene que ver los medios. Por eso los medios hoy son estímulos de paz, o estímulos de la guerra.
Estamos hablando de Reformas a los Partidos, a la regulación de los partidos, al Estatuto de la oposición, para que se establezcan esas garantías, es muy mala señal que se haya aumentado el umbral para la existencia de los partidos, eso va a sacar a fuerzas políticas que incluso se expresan en el gabinete. En el próximo debate para el Congreso van a ganar los macro proyectos políticos. Pero pequeños experimentos democráticos, políticos de izquierda o de centro que puedan emerger de estos diálogos de la Habana van a sucumbir, por eso no hablamos de la participación en política para los guerrilleros no más, finalmente mientras seamos guerrilleros, vamos a tener la garantía de las armas y estamos en un escenario de reformas para que esos antiguos guerrilleros tengan posibilidades de participación política. Ya no tienen las armas, ya tienen es la verdad, tienen su discurso, entonces nos van a someter a una campaña desventajosa. Si es así, preferimos continuar en la resistencia revolucionaria. Por eso hay que tomar conciencia de que vamos a llegar a un acuerdo donde se faciliten normas iguales para todos, para avanzar hacia los cambios y las transformaciones de este país.
MAV: La marcha del 9 de abril. ¿Cuál es el significado de esa marcha y qué puede seguir?
A.P: Después de esta agenda hay una serie de eventos de sectores sociales que queremos la paz. Deben venir nuevas movilizaciones para mostrarle a los sectores que no quieren el acuerdo definitivo de la paz y hacer eso irreversible. El presidente tiene que ver que la paz es un movilizador social importante, no sólo ver la movilización electoral de la contienda que se avecina, sino remover esa inmovilidad política, estas marchas están creando nuevas realidades. Después de la marcha del 9 de abril las cosas de la política no van a ser lo mismo. Y por eso, es un gran aliciente esta movilización, y el gobierno y nosotros tenemos que aumentar la responsabilidad y la seriedad de los compromisos que hemos hecho.
MAV: ¿La tensión en Venezuela puede afectar el proceso de paz?
A.P: En Venezuela hay una conspiración a largo plazo. Y los resultados electorales son la confirmación de un plan más abarcador. Pero hay que decir que, si la inestabilidad se abre paso en esa guerra civil en Venezuela se abre paso como proyecto de la oposición y el imperialismo, en esa guerra sucumbirá el proceso de paz en Colombia, porque no se puede desestabilizar un proceso tan democrático como Venezuela, y creer que un proceso de paz en Colombia continúe.
Necesariamente en esos fuegos que el imperialismo quiere someter el proceso democrático de Venezuela, también se ahogarían las esperanzas de paz para Colombia.
MAV: ¿En concreto qué fue lo que hizo Chávez para empujar este proceso?
A.P: Venezuela, por su ubicación geográfica y por su proceso de transformaciones políticas, se ubica en una esquina del conflicto colombiano que le ofrece distintas entradas y salidas..
MAV: Pero Chávez les dijo a ustedes que no creía en la lucha armada, como lo dijo muchas veces, y los animó a entrar al proceso?
A.P: En el intercambio que se hace con las instancias que el presidente Chávez designó para hablar con nosotros, nunca ha habido mensaje o intromisión de una decisión que las Farc debe tomar. Lo que si observamos es el ambiente político que hay en América Latina, y un ejemplo avanzado de eso es Venezuela. En lo positivo vemos la posibilidad de cambios por la vía electoral.
Lo que hay es una posibilidad de cambio pacífico en Colombia estimulado por la correlación política en Colombia en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Perú. Nosotros navegamos sobre esa ola de cambios pacíficos, por eso creemos que mientras se mantenga esa tendencia va a influir en la salida política en Colombia, pero si esta tendencia se desequilibra y se ahoga en sangre el proceso Venezolano, así, como hoy influye positivamente ese proceso, si se frustra, va a influir negativamente en los esfuerzos de paz en Colombia.
ANIMO DEL PROCESO
MAV: Escuchando estas posturas uno se pregunta si el país está leyendo correctamente este proceso. Ustedes están hablando de unas reformas de fondo y una agenda nacional que surge del proceso, y el gobierno habla de una agenda de cierre del conflicto, más, digamos “práctica” e insiste en que no va a discutir la agenda de gobierno…
AP: La realidad es tozuda y pese a los deseos de algunos funcionarios del gobierno, nos encontramos en La Habana ya por un año largo y la pretensión era que lo hiciéramos en un plazo de 3 meses, y la realidad nos muestra que los tiempos no se pueden abreviar por una voluntad, o una aspiración política. La mesa resume la agenda nacional política, mediáticamente es la de mayor impacto, es obvio que todas esas concepciones de paz exprés, es solo parte del discurso electoral, o pre electoral, en ninguna parte se ha hecho en tiempos breves. Eso se hace con guerrillas derrotadas, desmoralizadas, formulas que con pausa, nos permitan llegar a un acuerdo.
MAV: De uno a 10 cómo calificaría la confianza o desconfianza entre las partes en la mesa. En cuanto está?
AP: Es obvio que somos dos sectores enfrentados que mantenemos nuestras rígidas posturas, políticas y militares y seguimos en la confrontación armada, pero es mejor decir que estamos construyendo el espacio de diálogo y la voluntad de continuar. Mientras tengamos ese escenario se irán superando los distintos obstáculos o impedimentos morales, psicológicos, políticos que podamos tener, lo importante es perseverar.
M.A.V ¿Que está pasando dentro de las Farc con este proceso?
A.P: En las experiencias anteriores se hace presente que además de la estrategias de la mesa, hay otras ocultas, una especie de “plan b” que es dividir el movimiento guerrillero. Así lo hicieron en el Salvador, en el Irlanda. Hay un especialista que aparece como asesor de Santos, de apellido Martínez, que plantea que el camino más fácil y más barato para acabar las Farc es un acuerdo político, porque según él, una vez firmado el acuerdo político las Farc se divide en 4 pedazos. Pero más que realidades hay una campaña y se va a profundizar.
Si analiza a la prensa, se han sacado todo tipo de artículos sobre la vida personal, en contra nosotros, los que estamos aquí en Cuba. Hay que advertir que las Farc están más unidas que antes. Hay debates, intercambios, visiones de aportar, porque somos una organización diversa. Pero les digo, nos hemos cohesionado bastante a partir de ver la resistencia del gobierno colombiano a presentar fórmulas de reformas, así que para avanzar en estudiar la estrategia del adversario, estamos más unidos.
MAV ¿Creen ustedes que el gobierno conoce bien a las Farc, es decir sabe hacia dónde van las propuestas y pretensiones de ustedes en este proceso?
AP. Ellos confían que conocen mucho a las Farc. A partir de ahí, sus tareas subversivas contrainsurgentes en la propaganda negra y artículos calumniosos que creen que nos van a debilitar.
Pero el desconocimiento central radica en creer que las Farc es un guerrilla derrotada que está en proceso de entrega y que por eso, va a llegar a un acuerdo sin cambios. Ellos deben tener certeza de nuestro firme propósito de llegar a la paz.
MAV: Ahora le pregunto al revés, ¿Que lectura tienen del gobierno, del Estado, del Establecimiento. La que han dicho siempre, o creen que hay una dirigencia y una Colombia diferente?
AP. Por ahora digamos que las fuerzas que están presentes en la mesa, representan el mismo marco de intereses y de oficios que están presentes en todo poder, en todo gobierno. No hay novedades, y las pretensiones son las de siempre. Donde hay que encontrar lo nuevo es en las circunstancias y en la coyuntura que vive Colombia, que ambos tenemos que saber leer para avanzar en un proceso. Tan necesitado está el Presidente Santos de un acuerdo de paz, como lo está la insurgencia y lo reclama el pueblo colombiano. En la voluntad de paz puede que los distintos sectores que hoy estamos en la mesa no le tengamos un dibujo terminado, hay que terminar ese dibujo en la mesa, viendo la postura de la contraparte. Si nosotros observamos una actitud del gobierno de avanzar por el camino de la reforma y de los cambios, estamos cerca de firmar un acuerdo general.
MAV: Nuevo ciclo, ¿Qué se puede avanzar?
AP: Continúa con las aproximaciones del punto 1.1 de los complementos, que es necesario redactar para firmar el acuerdo del punto 1.1, para poder pasar a los otros. Sin embargo la mayor expectativa está trazada por los elementos de la política nacional, la coyuntura.
MAV. Finalmente, ¿Con las Farc si se puede? O, ¿con “esos” tipos no se puede hacer nada?
AP. Pues con “esos tipos” que estamos en La Habana estamos dispuestos a un acuerdo de fin del conflicto, lo que está firmado y estamos dispuestos a cumplirlo, con las explicaciones que hemos dado.