Natalia Ponce y el poder del ácido

En el Marco de la Feria Internacional del Libro, la joven Natalia Ponce de León conocida por ser una de las víctimas de ataques con ácido en Colombia, reveló detalles de su historia “la verdadera”, que narra en su libro, El Renacer de Natalia Ponce de León, itinerario de una vida que venció a la barbarie.

“Hoy doy un paso más hacia mi recuperación a través de este libro, el Renacimiento de Natalia Ponce de León y contarles de una vida que venció a la barbarie”. Con estas palabras, la joven inició su relato frente a cientos de personas que se agolparon en la carpa habilitada para el lanzamiento.

“Han sido 394 días de revelaciones para mí, en mi fortaleza y en la de mi familia; el poder de la mente y el aguante del cuerpo. El poder del amor y el poder del ácido, una sustancia hasta hace un año desconocida para muchos. Pero hoy, por mi historia, millones de personas conocen sus usos y desafortunado poder de destrucción que puede tener en el cuerpo y la mente de una persona”.

En compañía de Pirry, periodista colombiano, Natalia no sólo habló de su historia tras el ataque si no de la lucha que tiene que enfrentar contra el sistema de salud que, según ella, no está preparado para este tipo de emergencias.

“Un sistema de salud débil, que en vez de contribuir con la recuperación de una víctima muchas veces por el contrario, la entorpece. Un sistema de salud con instituciones y profesionales sin conocimientos sobre cómo reaccionar ante un ataque con ácido. Con clínicas y hospitales desabastecidos que no cuentan con los medicamentos ni tratamientos para neutralizar los efectos de un agente químico. Un sistema de salud que desafortunadamente califica las decenas de cirugías que necesitamos como procedimiento estético y no como cirugías esenciales para recuperar algo de nuestra identidad”.

Natalia también habló de cómo ha vivido su primer año de recuperación, el cual ella define como su “Renacimiento”, asegurando que ha estado lleno de “revelaciones positivas”. Para su recuperación la joven ha sido sometida a diferentes tipos de tratamientos y avances médicos que se han puesto a prueba en ella con excelentes resultados. “Conmigo se han probado desarrollos científicos, terapias físicas y ocupacionales, masajes especializados, licras, cremas, máscaras, protectores faciales y hasta maquillaje, que con un poco de suerte y con la ayuda de los gobiernos podrán ser aplicados a las miles de víctimas en Colombia y el mundo”.

Pese a la ayuda que ha recibido esta joven, también manifestó su inconformismo frente al sistema de salud, la sociedad colombiana y el sistema judicial: “Un sistema de salud que no responde como debería; la falta de educación de un pueblo que no sabe cómo reaccionar ante un ataque de estos y la desalentadora verdad sobre una justicia blanda y con vacíos”.

De su agresor Ponce dijo muy poco, pero fue enfática al afirmar que ella espera que la justicia actúe. También aclaró que en su corazón no guarda rencor: “Yo sé que pague lo que pague este hombre en la cárcel, el daño igual está hecho; pero lo importante es que mi corazón está limpio y mi corazón no está lleno de odio ni de rencor”. Hasta este momento un ataque con ácido es considerado bajo las leyes colombianas como una lesión personal. La fundación Natalia Ponce de León está tratando a través de un proyecto de Ley, convertir este crimen en un delito autónomo para así poder aumentar las condenas.

Al finalizar su presentación Natalia aseguró que a pesar de estar en medio de un proceso de sanación y recuperación, se encuentra “bien”: “Voy a estar bien, estoy en proceso. Va a ser un proceso largo de muchas cirugías”. En cuanto a su libro aseguró que: “Este libro no es sólo mí historia, es la de un país que ha tenido que sufrir las consecuencias desgarradoras del ácido. Es mi proceso de sanación, porque eso significa este libro para mí”.