Las similitudes entre Cartagena y Bogotá pueden ser más que sus diferencias. Poco se comenta que Cartagena atraviesa situaciones críticas por cuenta de la desigualdad, la corrupción y malas administraciones que la han dejado en estado lamentable.
Hace unas cuantas semanas, el Presidente Juan Manuel Santos nombró como Alta Consejera Presidencial para Bogotá a la excandidata a la alcaldía de la capital Gina Parody. Muchos lo vieron como un acto hostil que supondría la división de la ciudad, toda vez que los índices de popularidad del Alcalde Gustavo Petro en los estratos 4, 5 y 6 no son los más altos, y más cuando se trata de sectores en los que Parody siempre se ha movido como pez en el agua. Otras lecturas sugieren que de esa manera el gobierno nacional se compromete a trabajar de la mano con la capital, teniendo en cuenta que el distrito capital afronta situaciones muy complejas heredadas de la desastrosa administración de Samuel Moreno Rojas, que dejó a la ciudad al borde del colapso.
Si bien el trabajo mancomunado entre el Gobierno Nacional y el Distrital abre la puerta para que se cristalicen varios proyectos necesarios para el desarrollo de Bogotá, también es cierto que la capital no es la más caótica ciudad del país y que el nombramiento de un Alto Consejero Presidencial no debería ser exclusivo para Bogotá.
Cartagena es uno de los polos turísticos más importantes de Colombia y a la vez es una de las ciudades más complejas por cuenta de varios escándalos de corrupción que se han venido presentando desde hace varias administraciones.
El actual alcalde cartagenero, Campo Elías Terán Dix, ha sido duramente cuestionado, a solo 9 meses de haber asumido su cargo, en materia de contratación por cuenta del contrato de aseo firmado por la Secretaría de Educación. Dicho contrato tiene un monto de 5. 893 millones de pesos y fue adjudicado a la empresa Chemical Products, representada legalmente por Adolfo Herrera Monsalve. Este último fue condenado por estafa y, además, fue inhabilitado en materia contractual con el Estado. Además, se señala que a los contratistas de aseo les fueron otrogadas prórrogas anticipadas de sus contratos con lo que se estarían embolsillando cerca de 150 mil millones de pesos del erario, durante los tres años de la prórroga.
También se ha señalado la demora en aprobar el plan de desarrollo para Cartagena ya que el Consejo de la ciudad no le otorgó facultades extraordinarias al Alcalde para que pudiera contratar. Igualmente se ha señalado que la redacción del mencionado plan de desarrollo costó cerca de 300 millones de pesos mientras que la misma labor pero con el plan de desarrollo departamental costó 25 millones de pesos.
El alcalde Terán también ha quedado en el centro de la atención pública debido a la iniciativa que adelantó en el consejo cartagenero para que se puedan comprometer vigencias futuras cercanas a los 185 mil millones de pesos, sin que exista claridad sobre el destino de esos recursos. En el proyecto presentado ante el consejo local, se habla de obras del Plan de Desarrollo pero no se hace claridad sobre los responsables o el tipo de obra que recibirían la voluminosa partida presupuestal.
Según varias voces consultadas por Confidencial Colombia, detrás de esta decisión se encontraría un grupo político que se configuraría como un carrusel de la contratación en la capital del departamento de Bolívar.
A los anteriores problemas se suma la fuerte y constante presencia de la hija del Alcalde Terán, Egla Terán, en varias dependencias del gobierno de la ciudad. Esta situación ha provocado que renuncien dos funcionarios en lo que va de la administración actual. Muchos consideran que es irregular que un particular tenga injerencia en las decisiones de las secretarías de la ciudad y que el mismo mandatario local anuncie que ella será sus ojos y oídos mientras se encuentra convaleciente.
Muchas voces se pronunciaron sobre los dos episodios vasculares que tuvieron en vilo la salud del actual Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y solicitaron que el Gobierno Nacional tomara cartas en el asunto y de esa manera se podría entender la aparición de Gina Parody en el escenario local. Si bien es cierto que el mal que aquejó al mandatario de Bogotá no es mortal si requiere de atención y cuidado. Sin embargo, esas opiniones desconocen un hecho igual de complicado y riesgoso para la estabilidad de una ciudad tan importante como lo es Cartagena. El alcalde de la heroica, Campo Elías Terán Dix, sufre de un cáncer de pulmón que lo ha tenido por fuera de su cargo durante un par de semanas pero que le estaría exigiendo solicitar una licencia de tres meses durante los cuales Cartagena se encontraría sin mandatario titular.
En la ciudad que se identifica por las ruinas de uno de los puertos más activos e importantes de todo el periodo colonial americano y por ser uno de los destinos obligados de todo el que quiere conocer a Colombia, llama la atención que la preocupación del gobierno nacional por los destinos de esta ciudad sea casi mínima. Si bien en Bogotá la situación de movilidad es complicada por cuenta del gran parque automotor existente, problemas más profundos y palpables exigirían que el nombramiento de un Alto Consejero Presidencial se hiciera extensivo a otras ciudades, como Cartagena de Indias o Tumaco.
Mientras tanto, Cartagena, la ciudad que fue el epicentro del comercio mundial durante el siglo XVI, se sigue ahogando entre índices de desigualdad absurdos, basuras que se amontonan en algunos puntos de la ciudad y denuncias de corrupción administrativa sin precedentes en una administración local.