En el marco de presentación de la Copa Milo, la mejor tenista de nuestra historia habló para Confidencial Colombia sobre su carrera, el circuito mundial y los actuales procesos de formación.
Fabiola Zuluaga tiene 36 años, mide 1.75 metros y su porte es aún imponentemente atlético, no obstante su retiro del tenis profesional en 2006. Sin duda es nuestra referente del tenis femenino. En 1993, con 14 años, fue campeona suramericana y tercera en el Campeonato Mundial Juvenil de Japón, de ahí en adelante vinieron los abiertos europeos y los Gramd Slam. Lesionada, llegó hasta la semifinal del Australia Open en 2004, aquel partido lo perdió con la belga Justine Henin. La historia de la WTA dice que una colombiana ocupó el puesto 16 entre las mejores del mundo.
Después de su retiro, Fabiola ha seguido vinculada a los procesos de formación en categorías infantiles y juveniles, de los cuales ella hizo parte en su natal Cúcuta. En el marco de la presentación de la Copa Milo, que apoya jóvenes promesas, Confidencial Colombia conversó con Fabiola a cerca de su carrera y del modelo formativo que se debería implementar.
CC: En el marco de este tipo de torneos (Copa Milo), ¿qué tanto han cambiado los procesos de formación en el tenis colombiano?
FZ: Yo siempre he dicho que en Colombia hay muchos profesores y pocos entrenadores. Para el nivel infantil está bien, pero para un nivel un poco más alto necesitamos entrenadores que hayan jugado profesionalmente, que hayan experimentado esas cosquillas, esos nervios y todo lo que uno siente dentro del campo. Esto para poder transmitirle a nuestros jugadores esa experiencia y saber que hacer en los momentos de tensión y de estrés durante un partido.
CC: Ese plus al que se refiere que no lo da un educador físico especializado en deportes de equipo, ¿es la parte técnica y psicológica del tenis?
FZ: Yo creería que si, la mayoría de los profesores son muy buenos, pero ese plus de experiencia no se enseña leyendo ni viendo un partido de tenis o asistiendo a un torneo.
CC: Hablando de esas experiencias Fabiola, solamente por citarle dos nombres y recordar lo vivido dentro y fuera de la cancha. Mary Joé Fernández, ¿qué se le viene a la mente?
FZ: Me acuerdo mucho que cuando yo entré al circuito, Mary Joe ya estaba casi de salida. Era una jugadora consistente, no tenía golpes contundentes pero contestaba y luchaba todo, era como un Nadal guardando las proporciones, por eso estuvo metida entre las diez.
CC: Hace poco me enteré que en el Paseo de la Gloria-Buenos Aires, hay una estatua de Gabriela Sabatini, ¿de ella qué se acuerda?
FZ: ‘Gabi’ fue mi ídolo de toda la vida, siempre la seguí. Hace días vi una entrevista donde ella estaba al lado de esa estatua. Siempre quise jugar con ella y nunca pude, me encantaba su juego y cuando la conocí la admiré más por su personalidad.
CC: De Grand Slam, ¿cuál fue el partido más sufrido físicamente?
FZ: Mira, todos los partidos de Australia fueron súper sufridos porque no estaba en mi mejor momento tenístico, entonces no los disfruté mucho. Cada vez que ganaba un partido era como un alivio. Pero fue mi mejor torneo y una semifinal de un Gram Slam no todo el mundo puede decir que la ha jugado. Los peores momentos indiscutiblemente fueron durante las dos cirugías de hombro que me sacaron de las canchas por ocho meses, fue mucho sufrimiento por mucho tiempo metida en un consultorio de Fisioterapia.
CC: ¿Cómo ve el circuito actualmente?
FZ: En los hombres se ha mantenido parejo con un Djokovic muy sólido, Murray, Nadal y Federer ahí luchándole algunos partidos. En mujeres si está muy variable, en los últimos seis años se había movido la número uno no sé cuántas veces.
CC: ¿Qué tal el nivel del tenis en Cúcuta?
FZ: Yo voy mucho a Cúcuta y la mayoría de los niños juegan tenis en el club al que voy, los papás los motivan mucho y me los traen para conocerlos o para que los vea jugar, eso es una motivación para ellos y para mi.