Con los primeros borradores establecidos en la anterior ronda de diálogos, el grupo negociador del Gobierno viajó a Cuba para continuar discutiendo el punto relacionado con drogas y cultivos ilícitos. A pesar de los acuerdos ya confirmados, es poco probable que se llegue a un acuerdo en la totalidad del tema.
En el borrador concertado en el vigésimo ciclo de diálogos, se lograron construir los primeros acuerdos sobre uno de los tres puntos en el que está dividido, relacionado con la sustitución de cultivos ilícitos de coca, marihuana y amapola.
La eliminación de los cultivos ilícitos se realiza con la destrucción de las plantaciones mediante fumigaciones aéreas o con erradicación manual, pero las acciones del estado para ofrecer alternativas a los cultivadores no han tenido el alcance esperado.
En esta nueva ronda se espera que las partes logren seguir construyendo consensos, pero es poco probable que se llegue a un acuerdo en la totalidad del cuarto punto de la agenda, puesto que aparentemente faltarían otros dos asuntos por discutir.
Los otros supuestos puntos faltantes serían la prevención del consumo y comercialización, este último quizás el más complejo de todos por su directa relación con el narcotráfico, un fenómeno que en las últimas décadas agravó el conflicto armado en el país.
Como es costumbre, la reanudación de las negociaciones se produce en medio de las polémicas que rodean el proceso de paz, aunque no afectan los temas de La Habana, porque desde el inicio se acordó que en la mesa se tratarían exclusivamente los temas pactados en la agenda, sí que son motivo de pronunciamientos públicos, especialmente por parte de las Farc.
La nueva ronda de negociaciones arrancará justo un día después de que la candidata presidencial de la UP, Aída Avella, escapara ilesa de un atentado cuando llegaba a un acto de campaña en el municipio fronterizo de Tame, Arauca.