Nicaragua también confía

Nicaragua espera confiada que obtendrá una decisión favorable de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que el próximo lunes fallará sobre el litigio limítrofe que mantiene con Colombia en aguas del Caribe, donde espera recuperar al menos 200 millas náuticas de territorio.

Analistas coincidieron en que el país centroamericano tiene las de ganar, mientras que representantes sandinistas se mostraron seguros de que la CIJ dará la razón a Nicaragua en su reclamo.

El optimismo nicaragüense está basado en que en un fallo preliminar, de 2007, la Corte internacional confirmó que las islas mayores de San Andrés, Providencia y Santa Catalina son colombianas, pero también se declaró competente para decidir sobre la soberanía de media docena de cayos y trazar una frontera marítima en lugar del meridiano 82.

En opinión del experto nicaragüense en Derecho Internacional Mauricio Herdocia, Managua espera de la CIJ la reivindicación de “la otra Nicaragua en el mar”, que consiste en establecer una línea divisoria que vaya más allá del meridiano 82, ubicado a “escasas” 66,1 millas náuticas de la costa nicaragüense.

Nicaragua va a recuperar al menos 200 millas náuticas, aseguró el experto y antiguo asesor en asuntos jurídicos de la Cancillería nicaragüense, para quien el fallo anulará la frontera que ha impuesto “por la fuerza” Bogotá a Managua.

“Lo que está en juego es, entonces, la recuperación de los inmensos espacios marítimos que el Derecho Internacional le reconoce a Nicaragua a partir de la proyección tanto marina como submarina de sus costas”, explicó.

Nicaragua espera además que se le reconozca la soberanía de los accidentes marítimos, islas y cayos que no forman parte del archipiélago de San Andrés, agregó Herdocia.

Para el también experto en Derecho Internacional Manuel Madriz, el tribunal internacional dictará un “fallo salomónico”, basado “en el estricto derecho y justicia”, y reconocerá los derechos marinos de Nicaragua que, a su juicio, han sido negados por Colombia.

Según Madriz, la sentencia terminará con una antigua disputa entre Nicaragua y Colombia, y cada país tendrá definida su zona de jurisdicción y explotación económica en el Caribe.

Habrá un “reacomodo territorial y marítimo impresionante” amparado en el Derecho del Mar, añadió Madriz.

Por su parte, el titular de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, el sandinista Jacinto Suárez, considera que Nicaragua “no tiene nada que perder” en este juicio.

El legislador se mostró confiado en que la Corte dará la razón a Managua al “decir hasta qué coordenadas y hasta qué punto llegan las aguas de Nicaragua”.

Suárez dijo que Colombia no tendrá más remedio que acatar la sentencia, aún cuando vaya en contra de sus intereses históricos, porque de no hacerlo, advirtió, “estaría en una situación de ilegalidad internacional”.

“Y Nicaragua, por tanto, ejercerá esa soberanía nacional con sus riquezas y con sus derechos de navegación en esas aguas”, advirtió.

El litigio de límites en el Caribe que enfrenta a Colombia y Nicaragua se remonta a hace más de tres décadas, y el caso está en manos de la CIJ desde 2001, a instancias de Managua.

Los nicaragüenses consideran nulo el tratado Esguerra-Bárcenas, firmado en 1928, cuando el país estaba ocupado por tropas de Estados Unidos, una de las razones por las que el Gobierno lo invalidó y anuló en 1979.

Aquel tratado otorgó a Colombia la soberanía de las aguas e islas localizadas desde el meridiano 82 hacia el este.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, así como el agente del país centroamericano en La Haya, Carlos Argüello, se han declarado optimistas de que la CIJ le dará la razón a sus planteamientos.