El alcalde Mayor de Bogotá le solicitó hoy al Registrador Nacional que permitiera que la OEA prestara el servicio de veeduría Internacional al proceso de escrutinio de las firmas para su revocatoria, petición que rechazó la Registraduría afirmando que esta nunca se realizó.
El ente electoral dijo a través de un comunicado, que en la carta que firmó el secretario privado de la alcaldía, Jorge Rojas Rodríguez, no solicitó una veeduría internacional sino una “audiencia en su despacho” con los Registradores Distritales con el fin de hablar sobre la revocatoria en presencia de delegados internacionales.
El proceso de verificación de firmas continúa desde dos sedes secretas en Bogotá, financiadas por miembros del Movimiento Progresistas y personas vinculadas a la Alcaldía Mayor.
Confidencial Colombia conoció que desde dos sedes secretas continúa el proceso de verificación de la transcripción de firmas, con el fin de cerrar un poco más el margen comparativo entre la cifra que entregó la administración de Gustavo Petro y la que dio a conocer la Registraduría Nacional.
Fuentes cercanas a la Alcaldía Mayor, aseguraron que se trata de un ‘tema de voluntades’, ya que según ellos, es un proyecto político en el que todos se metieron la idea de que hay que hacer algo en todo sentido para impedir que Petro sea removido de su cargo, además del convencimiento de que dicha campaña es un obstáculo más que le ponen a la administración de Gustavo Petro, aparte de lo que ya sucedió con la salida del ex Secretario de Gobierno, Guillermo Asprilla.
Para verificar las firmas 135 personas que se encargaron, en primera instancia, de transcribir las planillas y ahora están en un proceso de verificación, para luego confrontar los números de cédulas válidas por parte de la organización electoral y así tener una base de datos depurada.
Trabajan por turnos de aproximadamente 20 personas en el día y 20 en la noche, que al parecer reciben un dinero financiado por Progresistas y algunos funcionarios de la Alcaldía, luego de recaudarlo por medio de una ‘vaca’.
10 personas (simpatizantes del Alcalde y que ya habían hecho parte de la recepción de tutelas instauradas contra el Procurador General), se encargan de la logística haciendo un filtro de aquellos que llegan para colaborar, ya que por seguridad, no cualquiera puede hacer parte del proceso.
Los miembros del Progresismo que conforman el equipo aseguran que de las firmas que corresponden al censo electoral, más o menos el 37% no están en el censo de Bogotá, y el 76% restante no fueron válidas principalmente por firmas de la misma mano y el resto por enmendaduras, fecha, nombre o número de cédula ilegible y firma con datos incompletos falsos o erróneos.
El gran objetivo del equipo colaborador, es demostrar que la Registraduría se equivocó al avalar las 357.250 firmas, las cuales serán impugnadas esta semana por parte del propio Alcalde Mayor de Bogotá, y que dicho proceso de revocatoria no es procedente.