Nina Simone, diez años sin la gran voz del soul

Diez años lleva el mundo sin escuchar la profunda voz de Nina Simone. Conocida como “High Priestess of Soul”, Simone fue cantante, compositora, pianista y una mujer de personalidad arrolladora que marcó una época y cuya muerte dejó huérfana a la historia de la música negra.

Pianista, cantante y mujer comprometida con la lucha de los derechos de la comunidad negra en Estados Unidos, Nina Simone ha pasado a la historia como una de las más arrolladoras voces negras de la historia.

Con un estilo a medio camino entre el jazz y el folck, la cantante estadounidense consiguió que temas como “I put a spell on you”, “I love you Porgy” y, sobre todo, el conocido “My baby just cares for me”, quedarán grabados en la memoria de varias generaciones, diez años después de su muerte.

ARTISTA INCLASIFICABLE.

Nina Simone, nacida Eunice Kathleen Waymon (Carolina del Norte, 1933) no era una cantante de jazz al uso. La penúltima de ocho hermanos, de madre metida a reverenda baptista, Simone demostró desde pequeña su genialidad con el piano acompañando al coro de su iglesia. De este modo, y desde su más temprana infancia, la cantante quiso convertirse en la primera concertista de piano negra, pero la negativa de la prestigiosa Curtis Institute of Music, truncó sus planes con una decisión que ella siempre atribuyó a su color de piel.

Este hecho marcaría la vida de la cantante de un modo determinante: se convertiría en firme defensora de los derechos humanos y dedicaría su vocación musical a tocar el piano y cantar en clubes nocturnos de Atlantic City.

Allí, el público se quedaría asombrado por su profunda voz, su maestría con el piano y su ecléctico repertorio, difícilmente clasificable, entre el jazz y el folck, y que su madre hubiera definido sin dudar como “música del diablo”.

En Atlantic City adoptaría el nombre por el que pasaría a la historia, Nina por “Niña”, el sobrenombre con el que le llamaba un novio latino, y Simone como homenaje a Simone Signoret, la actriz comprometida a la que admiraba.

En esta ciudad y “en un bar húmedo con el suelo cubierto de serrín para secar el alcohol vertido”, según cuenta David Brun-Lambert en la biografía “La vida y muerte de Nina Simone”, la cantante fue modulando una de las voces más personales del siglo XX.

ÉXITO Y COMPROMISO.

En los años sesenta y setenta inmortalizaría con su profunda y grave voz, canciones como “Aint Got No-I Got Life” o “I Wish I Know How It Would Feel To Be Free”, y llevaría a su terreno clásicos de la música como “Here Comes The Sun”, “Just Like a Woman”, “Ne me quitte pas” o “Suzanne”.

Pero Nina no dudó en poner su voz y sus composiciones al servicio de la igualdad de los negros, como cuando grabó en 1963 “Mississippi Goddam” (“Maldito Misisipi”), en las que denunció la violencia racista sufrida por un joven ciclista negro, que había muerto tras la paliza de un grupo de blancos.

Amiga personal de Martin Luter King, pero también de Malcolm X, Simone llegó a escribir en su autobiografía que, de no haber encontrado en el piano una herramienta para canalizar la rabia, hubiera actuado violentamente a favor de los derechos de la comunidad negra, en Estados Unidos.

Conocida como “High Priestess of Soul” -La Gran Sacerdotisa del Soul-, Simone tenía una personalidad dura, combativa y caprichosa que le granjeó fama de problemática y por la que tuvo problemas con promotores y discográficas, que preferían una voz negra más dulce y dócil como la de Aretha Franklin.

Así, Simone conoció la fama, pero también un olvido del que fue rescatada a finales de los ochenta gracias a un anuncio de Chanel Número 5 que incluía su versión de “My Baby Just Cares For Me”.

Aunque la cantante consideraba ésta una las canciones “más intranscendentes” de su carrera, la recuperación de este tema la colocó de nuevo en los primeros puestos de las listas europeas y regresó por la puerta grande a los escenarios en la recta final de su carrera.

“NINA” LLEGA A LA GRAN PANTALLA.

Nina Simone ha tenido que esperar diez años pero, como toda gran estrella de la música, ya cuenta con su película biográfica, “Nina”, una producción dirigida y escrita por Cynthia Mort. Zoe Saldana es la actriz elegida para encarnar a la diva revolucionaria de la música negra, cuyo largometraje aún no tiene fijada fecha de estreno, pero parece que no se hará esperar.

La película, que no cuenta con la autorización de la familia de la cantante, está rodeada de cierta controversia, y es que hay quien piensa que la protagonista de “Avatar” tiene un tono de piel y unos rasgos “demasiado blancos” para interpretar a la cantante, incluso el portal www.change.org ha elevado una petición a los productores para que cambien a la actriz por otra que se parezca más a la cantante, y hasta la fecha, ha conseguido reunir más de diez mil firmas.

Pormenores de este calibre aparte, parece que “Nina” traerá a la gran pantalla y a las generaciones más jóvenes, a una de las voces más perdurables y profundas de la historia del soul.