85 invitados de 28 países promoverán acciones para eliminar minas antipersonal. Esto se hará en el marco de la Iniciativa Global de Desminado para Colombia.
Según, el presidente Juan Manuel Santo, de aquí al 2021 se reforzarán “los mecanismos de cooperación internacional para ese fin (…) Este año tenemos 700 hombres y mujeres en el terreno, y 5 mil más en entrenamiento… ¡El próximo año serán 10 mil dedicados al desminado!”.
El Mandatario reiteró que, “Colombia está muy cerca de poner fin a más de medio siglo de conflicto y comenzar a escribir un nuevo capítulo de su historia. Un capítulo en el que el desarrollo, la educación y el progreso –no la guerra– serán los protagonistas”. Sin embargo, advierto qu “en un país minado no es posible una paz completa: un territorio con minas antipersonal es un territorio estéril, sin futuro”.
Y recordó que, Colombia ratificó en el 2002 la Convención de Ottawa para la erradicación de esas armas no convencionales. Precisó que en los últimos 8 años se desminaron 24 municipios del país, cinco de los cuales ya fueron declarados libres de sospecha de minas antipersonal.
Sobre el apoyo económico internacional para el posconflicto, Santos dijo que, “Estados Unidos está apoyando con más de 60 millones de dólares a través de la Iniciativa Global de Desminado y la asistencia técnica al BIDES, el Batallón de Desminado”.
Mientras tanto Noruega –a través de la Iniciativa Global de Desminado ha transferido cerca de 25 millones de dólares y la Unión Europea desde 2011 ha aportado 10 millones de euros y comprometió 4 millones más para este año.
Otros apoyos citados por el presidente Santos son los de Canadá, Corea del Sur, España, Japón y Suiza, con recursos monetarios, maquinaria, proyectos de educación y asistencia a las víctimas.
El gobernante llamó la atención sobre la magnitud del desafío que Colombia tiene en materia de desminado.
“El reto que tenemos por delante es enorme, pues Colombia sigue siendo el segundo país más minado del mundo –y el segundo en número de víctimas–, superado solo por Afganistán”.
Por su parte, el Alto Comisionado par al Paz, Sergio Jaramillo, señaló que las dos delegaciones, FARC – Gobierno, han hecho un esfuerzo sobre el trabajo de desminado en las veredas de El Orejón y Santa Helena en pro de no solo construir paz, sino de generar confianza entre las partes.
“Hemos acordado desde La Habana dos proyectos que en su implementación nos han mostrado las dificultades de hacer las cosas en el terreno, pero que demuestran que si hay voluntad política las cosas se pueden hacer y esto ha permitido demostrar confianza en el territorio”.
Además, calificó de preocupante las distintas discusiones que han surgido en la opinión pública sobre la terminación del conflicto. “Yo he expresado mi preocupación a que en este país nos perdemos en discusiones jurídicas como si esto fuera la paz. La paz es terminar una guerra de cincuenta años y es comenzar a hacer lo que hay que hacer: permitir que los desplazados vuelvan a sus territorios, buscar a los desaparecidos y desminar. Y sin ese desminado no podremos poner en macha el desarrollo agrario integral, ni el desarrollo alternativo”.
