La Corte Penal Internacional (CPI) condenó este martes a 18 años de prisión, a Jean-Pierre Bemba, exjefe militar del Movimiento para la Liberación del Congo. Bemba es responsable de tres crímenes de guerra y dos de lesa humanidad (incluidos abusos sexuales), cuando sus tropas actuaron bajo su orden en la vecina República Centroafricana, entre 2002 y 2003.
La Fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, había pedido que Jean-Pierre Bemba, exvicepresidente de la República Democrática de Congo, fuera sentenciado al menos a 25 años de prisión, considerando que esa pena sería proporcional a la gravedad de los crímenes cometidos y a su grado de culpabilidad.
Los jueces han considerado que las violaciones cometidas por el Movimiento de Liberación de Congo (MLC) entre 2002 y 2003, tropas que estaban bajo su mando, “son un crimen de guerra”. Más de un millar de milicianos fueron enviados a la vecina República Centroafricana para sofocar un intento de golpe de Estado, y Bemba “sabía lo que hacían pero no lo evitó”.ra La condena incluye los delitos de asesinato y saqueo, pero la CPI ha primado los de índole sexual para cifrar la cuantía definitiva. Bemba accedió a la vicepresidencia en 2003 y en 2006 perdió las elecciones frente a Joseph Kabila. Tras esto, escapó a Bruselas, donde fue detenido en 2008 por orden de la CPI.
El pasado marzo, la Corte confirmó la culpabilidad de Bemba a pesar de no haber participado directamente en los hechos. Entonces, el fallo señaló que los combatientes “fueron animados a lanzarse sin reservas contra a población”. El antiguo político “no tomó las medidas adecuadas para evitar los delitos, ni se ocupó de que fueran juzgados”. Considerar la violación como un crimen de guerra fue aún más significativo, porque se fundamentó asimismo en la responsabilidad de mando. Bemba no estuvo en la República Centroafricana. Sylvia Steiner, presidenta de la sala, ha señalado este martes que “las violaciones fueron cometidas con sadismo, y los asesinatos y pillajes reflejaron una crueldad especial”.
Hijo de un adinerado empresario, Jean-Pierre Bemba pasó su juventud entre Bélgica (antigua potencia colonial) y Kinshasa, capital congoleña. Su padre, era un estrecho aliado de Mobutu Sese Seko, dictador militar y presidente de Congo entre 1965 y 1997. Bemba hijo no se llevaba bien con su progenitor, pero llegó a ser asistente personal de Mobutu.
Licenciado en Empresariales en Bruselas, se ocupó de las plantaciones de café y fábricas de madera de su familia. En el año 2002, los uniformados del Movimiento de Liberación de Congo entraron en la República Centroafricana para ayudar al presidente Ange-Félix Patassé a sofocar un intento de golpe de Estado. Los fiscales de la CPI han conseguido demostrar que Bemba comandaba esas tropas, a pesar de los intentos de comprar a los testigos -certificados por la CPI-.