El Ministro de Justicia de Brasil, Alexandre Moraes, confirmó este jueves la captura de 10 sospechosos de planear un atentado terrorista durante los Juegos Olímpicos Rio de Janeiro 2016. Los detenidos son todos brasileños (uno de ellos menor de edad). Según Moraes “estaban realizando claramente actos preparatorios para un ataque”.
En total, diez individuos fueron capturados, y existen dos órdenes más para personas que están siendo “rastreadas”.El líder de la red es del estado Paraná, por lo que la orden judicial de arresto partió de este estado. Los jóvenes, estarían recién convertidos al islam y buscaban en internet, un radicalismo que no encontraban en las mezquitas brasileñas. Entre ellos, uno con antecedentes penales y con penas cumplidas por homicidio. No se dieron más informaciones personales sobre los detenidos, debido al sigilo policial.
Los sospechosos intercambiaban mensajes de Whatsapp y Telegram y uno de ellos contactó con un vendedor de armas en Paraguay para adquirir un fusil AK-47. Entre ellos se animaban a realizar entrenamientos de tiro y artes marciales. El hecho de que comentaran esta opción sin apenas tiempo para aprender, así como el intento de comprar armas por internet, llevó al Ministro a asegurar que se trata “de una célula totalmente amateur y sin ninguna preparación”.
Al considerar el plan como “una acción desorganizada”, Moraes sigue convencido de que el mayor riesgo de cara a los Juegos no es el terrorismo: “Tenemos que tener mucho más cuidado con seguridad pública que con actos de terrorismo”, dijo Moraes, que señaló que “en ningún momento los sospechosos hablan de bombas”.
#OperacaoHashtag Foram 10 prisões temporárias,2 conduções coercitivas e 19 buscas e apreensões.Saiba mais https://t.co/8nwEkdJICz
— Polícia Federal (@policiafederal) 21 de julio de 2016
“Existía la petición de un líder al resto para ayudarles a financiar un acto” expresó Moraes, que elogió la “eficacia policial”, que recientemente mandó también deportar a un profesor universitario francés con un historial cercano al islamismo radical. Los sospechosos, que pasarán al menos 60 días detenidos, celebraron los atentados de Orlando y Niza.
Juraron lealtad al Estado Islámico por internet, pero no se registraron más interacciones con el grupo terrorista. En sus mensajes, hay indicios de “incitación al odio religioso”, afirmó el ministro, que no quiso aclarar si el bloqueo de Whatsapp, que estuvo inutilizado el pasado miércoles durante casi todo el día, ayudó en las investigaciones.
En las últimas semanas, falsas alertas de bomba han propiciado operaciones policiales en Rio de Janeiro. La última, el pasado miércoles, recogió una maleta que no contenía explosivos muy cerca del consulado francés. El gobierno informó de que se gastará unos 20 millones de euros para reforzar la seguridad de la cita deportiva, en la que trabajarán más de 80.000 policías y soldados repartidos por toda la ciudad.
