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Con una presidente recién destituida, un gobierno interino y una sociedad polarizada, Brasil se apresta a celebrar la máxima cita deportiva mundial: los Juegos Olímpicos Río de Janeiro – 2016. Estas, serán las segundas Olimpiadas disputadas en Latinoamérica, después de Ciudad de México – 1968, y las primeras en Suramérica. Del 5 al 21 de agosto, la llama olímpica arderá en lo más alto del estadio Maracaná. En la tarde de este viernes se realizó la ceremonia inaugural.

El espectáculo comenzó en la cancha del estadio convertida en olas. Después surgieron bailarines disfrazados de insectos en un bosque, en una alusión al Brasil pre-colonial. Luego, tres grandes comparsas representaron las tribus del Amazonas, y las carabelas de los colonos portugueses, quienes llegaron con los esclavos africanos – que dan el tono general de la serie, más narrativo de la coreografía. Paulinho da Viola, voz y guitarra, tocó el Himno Nacional de Brasil.

Otro momento emocionante fue cuando, por medio de la tecnología, el escenario del Maracaná se convirtió en una gran favela, formada por bloques en un mosaico, como si fuera un barrio no dejó de crecer.

Pero supuesto, las referencias a eventos musicales típicos brasileños, como el maracatu y las escuelas de samba, no se quedaron fuera del espectáculo. La diferencia es que las asociaciones vistieron tonos pastel, sorprendiendo a la audiencia, acostumbrada a verlas multicolor. La modelo transexual Lea T fue la encargada de cerrar la primera parte de la ceremonia.

Después, cada delegación desfiló con su bandera por la pista atlética del estadio. La expectativa se centró en la delegación rusa, que poco a poco completó un número representativo de atletas.

De las cerca de 50 canciones que formaron parte de la banda sonora, se interpretaron clásicos por Elza Soares “Canción de Ossanha” y Jorge Ben, “País Tropical”. Hubo un coro grande acompañando a Zeca Pagodinho, cantando “Let me lleva la vida” y por supuesto “La Chica de Ipanema”.

El acto de inauguración invitó a los atletas a contribuir a la plantación de una nueva zona verde en Río de Janeiro. Se llamará Bosque de Atletas en el parque extremo en Deodoro. La reserva tendrá 207 especies nativas en el país, y cada especie representará una delegación. Al entrar en el estadio, cada atleta recibió la semilla de su árbol y tierra en un tubo de plástico.