El Consejo de Estado francés, máximo tribunal administrativo del país, suspendió este viernes, la prohibición de los trajes de baño conocidos como burkinis. El uso de esta prenda, ha indignado a líderes musulmanes y abierto divisiones en el seno del gobierno de François Hollande, a falta de una sentencia definitiva.
El Consejo de Estado falló a favor de la Liga de Derechos Humanos que pidió la suspensión de la prohibición en la localidad mediterránea de Villeneuve-Loubet, por contravenir las libertades civiles.
El tribunal dijo en un comunicado que el decreto para prohibir burkinis en Villeneuve-Loubet “violó las libertades fundamentales, la libertad de religión y la libertad individual seriamente y de manera claramente ilegal”.
Bajo el sistema legal francés, se pueden comunicar decisiones temporales antes de que el tribunal se tome más tiempo para preparar una sentencia sobre la legalidad del caso. La prohibición, que se extendió a más de una docena de localidades costeras, expuso grietas en la unidad del gobierno socialista después de que el primer ministro Manuel Valls la defendiera mientras que algunos ministros la criticaron.
El asunto ha puesto bajo el foco las dificultades de la secular Francia para responder a las amenazas de yihadistas locales y milicianos extranjeros tras los ataques en Niza y una iglesia en Normandía en julio.
También ha convertido la identidad cultural francesa en un asunto polémico junto con la seguridad en debates políticos mientras el país está cerca de entrar en campaña electoral antes de las próximas elecciones del próximo abril.