Los primeros bombardeos, que tuvieron como objetivos al menos un tanque y otros dos vehículos del ISIS, fueron ejecutados a petición expresa del Gobierno de Libia y contaron con la aprobación del presidente Barack Obama. Esta operación supone un paso más en la presión militar norteamericana, en apoyo a fuerzas locales que combaten al grupo terrorista Estado Islámico en Irak y Siria.
Estados Unidos realizó por primera vez este lunes ataques aéreos contra posiciones del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), en su bastión de Sirte, en Libia.
“A petición del Gobierno libio de acuerdo nacional, las fuerzas armadas estadounidenses realizaron hoy ataques aéreos de precisión contra objetivos del ISIS en Sirte”, anunció el portavoz del Departamento de Defensa, Peter Cook. El bombardeo tenía como objetivo apoyar a las fuerzas armadas libias que intentan derrotar al ISIS en su “principal bastión en Libia”. Lea el comunicado en inglés.
Estos bastiones, ha señalado, son una amenaza para las fuerzas militares locales y también a los civiles. El portavoz de Defensa confirmó que están preparados para llevar a cabo más intervenciones si el Gobierno libio lo requiere y una vez que los objetivos sean revisados por EEUU. “La fuerzas militares estadounidenses estarán involucradas minuciosamente en cada paso de este proceso”.
Por su parte, el primer ministro libio, Fayej Serraj, ha confirmado que el Gobierno había “solicitado apoyo directo de EEUU” y ha añadido que se habían producido “bajas importantes” durante los bombardeos de este lunes. Los ataques han sido conducidos por drones y aeronaves tripuladas. El líder libio también ha querido dejar claro que se trata de una acción limitada sin tropas en el terreno. El NGA libio intenta recuperar Sirte, la ciudad al noroeste de Libia donde nació y vivió el ex líder Muamar Gadafi.
A principios de 2015, el Estados Islámico se hizo fuerte en este enclave. La estimación del portavoz del Pentágono es que hay menos de un millar de ‘soldados’ del IS en esta localidad. Sirte es además un punto clave por los recursos petrolíferos. La petición de intervención de los estadounidenses se produjo “recientemente” igual que la autorización del presidente Barack Obama para que se llevasen a cabo los bombardeos, que han contado con la recomendación del secretario de Defensa Ash Carter y el Jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford.
El portavoz del Pentágono ha repetido en varias ocasiones durante su conferencia de prensa, que este ataque y los potenciales que puedan producirse se fijan “objetivos y localizaciones muy precisas” en las que las fuerzas militares de EEUU pueden ser de gran ayuda para “hacer un avance decisivo”.
Apuntó que el objetivo último del Gobierno de Acuerdo Nacional libio es “eliminar IS de Sirte y del país” y que serán ellos los que “marquen el paso”. Estas acciones y otras realizadas anteriormente-se produjeron dos ataques en noviembre de 2015 y febrero de 2016 contra individuos-ayudarán a impedir que el IS tenga en Libia “un refugio seguro desde el que podría atacar a los EEUU y a nuestros aliados”.
