La primera ministra británica, Theresa May, desmanteló el círculo político de su predecesor, David Cameron, al formar el nuevo gobierno, centrado en las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
En su decisión más polémica, la nueva primera ministra británica, Theresa May, nombró a Boris Johnson, como ministro de Asuntos Exteriores. El político conservador, abanderado del Brexit durante la campaña del referéndum del 23 de junio, será el jefe de la diplomacia británica durante las negociaciones con Bruselas para abandonar la Unión Europea (UE).
Johnson, que durante meses fue uno de los principales nombres en las apuestas para sustituir a David Cameron como líder del Partido Conservador, renunció de forma inesperada a concurrir a las elecciones internas de los ‘tories'(Partido Consevador).
Davis fue ministro para Europa de 1994 a 1997, durante el mandato del premier John Major, y ocupó el cargo de presidente del Partido Conservador entre 2001 y 2002.
En una jornada de intensa actividad en la residencia oficial del 10 de Downing Street, May continuó nombrando a los ministros, pero ha dejado fuera a buena parte de estrechos colaboradores de Cameron, entre ellos George Osborne (Economía) o Nicky Morgan (Educación).
El nuevo Ejecutivo británico prescindió del hasta ahora titular de Economía, George Osborne, mano derecha de Cameron, y tendrá de nuevo a una mujer, la hasta ahora responsable de Energía y Cambio Climático, Amber Rudd, al frente de Interior, puesto que ocupaba May desde el 2010.