Theresa May finalmente aceptó un debate parlamentario sobre el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, antes de invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, a finales de marzo.
Forzada por la oposición laborista y por decenas de diputados de la facción moderada del Partido Conservador, la premier británica ha prometido una mayor “transparencia” ante la Cámara de los Comunes, aunque ha advertido que no habrá votación después del debate y que su Gobierno tendrá la última palabra en las negociaciones con Bruselas.
May, que el jueves llega a España para entrevistarse con el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, se había opuesto tenazmente a que llevar el ‘Brexit’ ante el Parlamento, alegando que la función de su Gobierno es “acatar la voluntad popular” tras el referéndum del 23 de junio.Su propósito de enmienda, posibilitando al menos que los diputados se pronuncien sobre las condiciones de la negociación con Bruselas, llegó en vísperas de la vista judicial del ‘Brexit’ prevista para el jueves.
La demanda interpuesta por la gestora de inversiones Gina Miller, alegando que el referéndum fue “consultivo” y no “vinculante”, podría llegar hasta el Tribunal Supremo y forzar en última instancia una votación en el Parlamento.Hacia un ‘Brexit’ duroTras su viraje repentino hacia el ‘Brexit’ “duro”, que ha hecho tambaleare a la libra como en tiempos de la debacle financiera, se ha visto obligada a flexibilizar su postura.
Aun así, el líder de la oposición laborista Jeremy Corbyn ha acusado a la Primera Ministra de “dar la espalda al mercado único” y estar propiciando “un Brexit caótico” para complacer a la línea dura de su propio gabinete.”Negociaré lo que sea mejor para el Reino Unido”, ha replicado May en el primer mano a mano de los dos líderes por cuenta del ‘Brexit’. “Soy optimista sobre el futuro de nuestro país tras las salida de la UE.
Los laboristas no eran siquiera favorables al referéndum, y fuimos los ‘tories’ quienes lo convocamos. Muchos laboristas siguen pidiendo una segundo voto y parece que no han entendido aún la lección: ‘Si hacemos la misma pregunta, tendremos la misma respuesta'”.
Los laboristas han logrado sin embargo una primera victoria moral con la presentación de 170 preguntas sobre el ‘Brexit’ y la aprobación (con el respaldo de decentas diputados ‘tories’) de la enmienda que garantiza al menos un debate sobre los términos de la negociación. Emily Thornberry, portavoz de Exteriores de la oposición laborista, anunció la intención de seguir presionando hasta lograr que el Parlamento pueda pronunciar y votar antes de la invocación del Artículo 50.
*Con información de El Mundo y EFE.