El bostezo es una reacción involuntaria producto del cansancio o aburrimiento. Su poder parecer ser contagioso, pero un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York descubrió una relación entre la duración del bostezo y la cantidad de neuronas que una persona tiene en el cerebro.
El estudio del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Nueva York, publicado en la revista Biology Letter, halló un estrecho vínculo entre la duración promedio del bostezo y la inteligencia de las distintas especies.
La investigación señala que existe una mayor cantidad de neuronas y también complejidad cerebral a mayor duración del bostezo. Los investigadores analizaron 205 bostezos de 177 animales de 24 diferentes especies.
A partir de esto llegaron a la conclusión de que el promedio de duración del bostezo del ser humano es de 7 segundos, el más largo de todos los mamíferos considerados en el estudio.
Los elefantes siguen en el estudio con seis segundos, luego vienen los chimpancés, gorilas, caballos, monos, perros, gatos y roedores. Andrew Gallup, responsable del estudio señaló que el tamaño o estructura craneal no influyen en la duración del bostezo.
“Las diferencias en la duración del bostezo parecen estar vinculadas específicamente a la variación entre especies en el tamaño y la complejidad de sus cerebros. El número de neuronas corticales es el factor más importante de influencia”, comentó.
El especialista señaló que el bostezo contribuye a controlar la actividad cerebral ya que ayuda a mantener su frescura a partir de la circulación de la sangre en las cavidades intracraneales.
