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La pelea entre los intereses económicos, particularmente los petroleros, y la conservación ambiental llegó a su punto más álgido en Colombia, tras la revocatoria de una licencia de exploración que se había concedido a Hupecol.

El sector petrolero de Colombia se manifestó “preocupado” por la credibilidad del país tras la decisión del gobierno de revocar a una compañía estadounidense una polémica licencia de exploración cerca de Caño Cristales, principal atractivo de una conocida reserva natural.

La empresa Hupecol, que buscaba petróleo desde hace casi cinco años en el departamento del Meta con autorización del gobierno, no descartó presentar una demanda contra el Estado colombiano por la pérdida del proyecto, presupuestado en 13 millones de dólares.

“Preocupa seriamente a la industria la seguridad y estabilidad jurídica para la inversión privada, nacional o extranjera, y la credibilidad y confianza en las instituciones”, dijo Francisco José Lloreda, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP).

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), retiró el permiso concedido a la estadounidense Hupecol para buscar crudo en el llamado bloque Serranías, en Meta, a unos 70 km de la reserva natural Serranía de La Macarena.

En ese parque nacional se encuentra la denominada “maravilla natural” de Caño Cristales, conocido como el “río de colores” porque sus aguas toman las tonalidades de diferentes algas.


Fue una iniciativa oficial



Hupecol, que ya ha invertido en el proyecto 16.500 millones de pesos (unos 5,7 millones de dólares de los 13 millones presupuestados), afirmó que no ha recibido aún comunicación oficial de la revocación, pero no descarta tomar una acción legal contra el Estado colombiano.

La demanda “es una de las opciones”, declaró Leonardo Niño, representante legal de la firma, quien afirmó que Hupecol tiene otro bloque en producción en el Meta y que la empresa siente “frustración” pero no piensa abandonar el país.

El debate estalló hace una semana, cuando la ANLA informó que a mediados de marzo había aprobado un proyecto denominado “Área de Interés de Perforación Exploratoria Serranía”, localizado en los municipios de La Macarena en Meta, y en San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá (sur).

La agencia estatal dijo que el proyecto contemplaba “la exclusión de zonas ambientalmente sensibles” y que en “ecosistemas estratégicos y zonas socialmente sensibles no se podrá realizar ninguna actividad de exploración de hidrocarburos”.

Por lo tanto, precisó, “no se afectarán ambientalmente (…) parques naturales o sitios de interés turístico y ecológico”.

Sin embargo, autoridades regionales, senadores opositores y ciudadanos preocupados hicieron numerosos llamados a revocar la licencia.

Incluso al día siguiente de estallar la polémica, el presidente Juan Manuel Santos suspendió la licencia, mientras se tomaba una decisión definitiva.

Las prospecciones de Hupecol demoraron casi cinco años por la presencia de grupos armados ilegales en el área de La Macarena, zona roja del conflicto que vive Colombia.

La disminución de la intensidad de la conflagración interna en esa región en los últimos años ha permitido a sus habitantes sacar mayor provecho del potencial turístico de la zona.

La revocatoria

La revocación de la licencia, que había sido suspendida por orden del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, fue anunciada por el director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Fernando Iregui, el mismo funcionario que había defendido la autorización dada a Hupecol.

La ANLA emitió el 18 de marzo la resolución 286 que autorizaba la exploración en la serranía de La Macarena, decisión que de inmediato generó un enorme rechazo en todo el país por el daño que podría causar a Caño Cristales.

“Tuve que revocar dicha resolución porque tiene un hecho sobreviniente que es el concepto emitido por la Corporación Autónoma de La Macarena (Cormacarena), que es un elemento nuevo dentro de la evaluación”, aseguró Iregui en una rueda de prensa.

El estudio de Cormacarena advierte de los “usos prohibidos” del suelo en esa área, entre los que destaca la explotación de hidrocarburos.

Una estampa de Caño Cristales también estará en el reverso del nuevo billete de 2.000 pesos (unos 68 centavos de dólar) que será emitido en el país este año.

La Licencia

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, a través de la Resolución 286 del 18 de marzo de 2016, otorgó Licencia Ambiental para el proyecto denominado Área de Interés de Perforación Exploratoria Serranía” localizado en los municipios de La Macarena en el departamento del Meta y San Vicente del Caguán en el departamento del Caquetá.

La compañía beneficiaria de la licencia es la petrolera Hupecol, firma que precisamente ya fue sancionada por el propio Ministerio de Ambiente en 2009 por daños ambientales, según documento oficial de ese despacho.

También fue señalada por Los habitantes de la Vereda La Serranía, en Puerto López, Meta, (el mismo departamento donde está Caño Cristales) de estar contaminando el río Melúa y la quebrada que nace en esa zona en desarrollo de la explotación petrolera que adelantaba en 2013.

En principio, el área del bloque inicial otorgado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos, tenía una extensión de 34.649 hectáreas, de las cuales fueron licenciadas por esta autoridad 30.887 hectáreas dada la importancia ambiental de la zona, agrega la nota oficial.

Luego de un riguroso análisis técnico, y teniendo en cuenta las recomendaciones de Parques Nacionales Naturales, y los resultados de la Audiencia Pública Ambiental celebrada el 30 de abril de 2015 en el municipio de La Macarena, la ANLA consideró que solamente el 43% del área total solicitada en la licencia, podía ser utilizada para el desarrollo del proyecto.

El proyecto contempla la exclusión de zonas ambientalmente sensibles tales como: ríos, lagos, lagunas, ciénagas entre otros.

También, coberturas vegetales de bosques abiertos y de galería. Asentamientos nucleados y sitios de interés paisajístico, entre otros.

En los mencionados ecosistemas estratégicos y zonas socialmente sensibles NO se podrá realizar ninguna actividad de exploración de hidrocarburos, clarifica el gobierno.

“Cabe resaltar que el área de exploración se encuentra localizada a 68 km. en línea recta de Caño Cristales, a 23 km. del río Guayabero y 48 km. del río Duda, y en cuencas hidrográficas diferentes a la zona del proyecto; por lo que no existe la posibilidad de que se afecten dichos cuerpos de agua, y mucho menos los Parques Nacionales Naturales de Tinigua, Sierra de La Macarena y Cordillera los Picachos, así como ninguna área protegida localizada cerca al proyecto.”, puntualiza la información oficial.

Aunque la explotación no se haría de forma directa en la zona, sí se realizaría metros más arriba, lo que a juicio de los ambientalistas de la región terminaría secando el afluente.


Hupecol vs. El pueblo colombiano


El alcalde del municipio de La Macarena, uno de los más afectados con la decisión, anunció que denunciará el hecho ante el Congreso colombiano.

Sobre el mismo tema, la revista Semana Sostenible publicó que “las actuaciones del Gobierno de Juan Manuel Santos en materia medioambiental parecen ser guiadas de manera aleatoria. Si hace unas semanas los ambientalistas celebraban con júbilo la delimitación de 8 nuevos paramos para blindarlos frente a la minería, hoy salen a la luz denuncias sobre el licenciamiento para la exploración y explotación de varios pozos petroleros en cercanías a la serranía de La Macarena, una situación que afectará el frágil ecosistema del que hace parte uno de los lugares insignia de la biodiversidad colombiana: Caño cristales, ubicado en pleno corazón de la serranía de la Macarena”.

Autoridades ambientales, locales, senadores y ciudadanos han participado en la discusión, que hizo vibrar las redes sociales bajo el eslogan “Yo defiendo La Macarena” y que ocupaba a radios y televisoras.

Las posiciones contrarias a la decisión no se hicieron esperar, sobre todo por el temor a que pueda resultar contaminado Caño Cristales.

“Estamos pidiéndole a la ANLA que revise esa decisión”, dijo al noticiero CM& la gobernadora del Meta, Claudia Amaya. “Yo no soy enemiga del sector hidrocarburos (…) pero en La Macarena está precisamente nuestro Caño Cristales, que es una de las maravillas del mundo y debemos protegerlo”, añadió.

Por su parte, el alcalde de La Macarena, Ismael Medellín, dijo a la emisora Blu Radio que la ANLA obvió el “no a la perforación” que resultó de una consulta pública hecha en la zona el año pasado.

*Con información del Economista de América