Luego de un recorrido por las poblaciones de la costa norte de la provincia de Manabí, la más devastada por el terremoto, el presidente de Ecuador Rafael Correa, mantuvo una reunión en la ciudad de Portoviejo, con el grupo de ministros que está al frente de asistir a la población tras la tragedia.
El presidente de la República, Rafael Correa, estimó en unos 3.000 millones de dólares (un 3% del PIB de Ecuador) las pérdidas que ha dejado el terremoto del pasado sábado. “Las pérdidas son multimillonarias yo calculo a groso modo 3.000 millones de dólares, un 3% del Producto Interno Bruto y eso significa reconstrucción de años. Es una lucha larga por eso invito a no desanimarnos”, expresó el jefe de Estado en unas declaraciones que brindó a periodistas en los primeros minutos de este martes.
El mandatario lamentó la pérdida de vidas humanas y dijo que en proporción de habitantes la localidad de Canoa, en el norte, es la más golpeada por el sismo, pues el 80% de ese balneario ha desaparecido. “Es un pueblo fantasma”, expresó el mandatario, al reconocer las dificultades que existen para llegar a este punto de la Costa ecuatoriana.
También reiteró que la atención y la provisión de alimentos a los damnificados está garantizada, así como el trabajo de equipos de rescatistas en las zonas de desastre. En ese sentido hizo un llamado al voluntariado a que siga los canales del ECU-911 para trabajar organizadamente en esas tareas. “A veces un voluntario sin experiencia es más problema que solución”.
Correa reiteró sus agradecimientos a los gobiernos de distintos países por la ayuda enviada y por las muestras de solidaridad ante esta emergencia. Finalmente indicó que este martes hará nuevos recorridos por las localidades de Manta, Chone, San Vicente y Bahía de Caráquez para constatar los daños registrados por el terremoto, considerado uno de los más catastróficos de la historia del país.