En plena audiencia fue capturada Dayana Hassim esposa del asesinado director de Medicinal Legal regional Norte, Eduardo Pinto. Dayana estaría vinculada con el crimen del cual sería coautora, según informó la Fiscalía. Tres hombres más implicados en el caso, entre ellos el conductor de la víctima, también fueron capturados. La mujer habría pagado cerca de tres millones de pesos a los sicarios.
La mujer fue capturada cuando llegaba a la diligencia que se adelantaba en el Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla. Uno de los tres detenidos la semana anterior aseguró que Hassim les había pagado por la muerte de Pinto el pasado 4 de mayo del 2016.
Por estos hechos, la mujer fue vinculada al proceso por la presunta comisión de los delitos de homicidio y concierto para delinquir.
El Fiscal General de la Nación (e), Jorge Fernando Perdomo, señaló que esto se trata de un asunto de honor puesto que Pinto es funcionario de un ente adscrito a la Fiscalía y reiteró que la orden de captura se solicitó porque uno de los investigados por el homicidio aseguró que la señora habría sido quien organizó la muerte de Pinto.
“Al parecer la señora habría participado de forma activa en estos hechos. Habría sido lo que se denomina la autora intelectual y esto es lo que ha resultado de la investigación y la colaboración que han ofrecido las personas que fueron capturadas”, indicó Perdomo.
El juez del caso señaló que, de acuerdo con los testimonios: “lo que se pudo observar en la audiencia es un tema pasional (…) (Hassim) tenía un vínculo con el señor (Johan) Beltrán”, quien era el conductor de la familia.
La semana pasada, ante un juez con funciones de control de garantías de Barranquilla Johan Beltrán Ulloque, Jesús Gutiérrez Arrieta y Miguel González Reales aceptaron los cargos por los delitos concierto para delinquir, homicidio agravado, hurto calificado agravado y porte ilegal de armas.
1. En #Barranquilla capturamos a presuntos responsables del homicidio del Director Regional de Medicina Legal. pic.twitter.com/G7ARGduKPZ
— DIJIN (@DIJINPolicia) 23 de junio de 2016
La Fiscalía confirmó que la muerte del ex director regional de Medicina Legal, Eduardo Pinto Viloria, ocurrida el pasado 4 de mayo en su residencia, no fue por un robo, como se planteó en un principio. Fue un asesinato calculado por el que se pagó 3 millones de pesos a sus sicarios.
En el interrogatorio a los tres capturados, el pasado jueves por este caso, el ente acusador logró obtener la declaración de Jesús Antonio Gutiérrez Arrieta, alias Chucho, quien confesó haber recibido la cantidad de dinero.
En la audiencia de imputación de cargos Johan Enrique Beltrán Ulloque, chofer de confianza de Pinto y cerebro de la crimen, y Miguel González Reales, alias Migue, quien movilizó al sicario en un taxi, aceptaron los cargos. En el homicidio también participó alias ‘El Ñeco’, quien aún no ha sido capturado.
Beltrán contactó al sicario en un barrio del sur de la ciudad, donde planearon los hechos. Le dio todos los datos y foto de la víctima, sus movimientos, rutinas diarias y le mostró la casa, donde se cometió el crimen. Durante varios días siguieron a Pinto, pero no pudieron cometer el atentado.
Así que decidieron irrumpir en la casa del funcionario para matarlo allí mismo. Aprovecharon que Beltrán debía llevar en la madrugada del 4 de mayo a la esposa de Pinto al aeropuerto para cometer el plan, en el que hicieron un montaje para que todo pareciera un robo y así desviar la atención de las autoridades.
El plan fue interceptar el carro y regresar a la casa. Así fue que entraron a la vivienda, se llevaron 900.00 pesos que había en un cuarto y mataron a Pinto. En la confesión los implicados salpicaron a la viuda, al asegurar que ella escuchó todo y siempre se mostró tranquila.
Las capturas de los procesados fueron efectuadas durante un operativo conjunto entre el CTI y la Dijín durante diligencias de allanamiento y registro efectuadas en los barrios El Pueblito y Nogales de la ciudad de Barranquilla (Atlántico).
Eduardo Enrique Pinto Viloria, de 34 años, fue asesinado en su residencia ubicada en el barrio Cevillar de la capital del Atlántico.