El año pasado las autoridades de tránsito impusieron 57.690 comparendos a conductores de taxi en la capital del país, aunque esta cifra no parece ser abrumadora, esto representa un aumento del 94 % en relación con el año 2015. Otro aspecto preocupante es el incremento de los taxis tradicionales que operan sin los debidos permisos de ley.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad de Bogotá, el total de comparendos realizados a taxistas aumentó en un 94%. Las multas interpuestas que son más comunes en los taxistas son no acatar las señales de tránsito y los requerimientos de los policías, lo cual registró un 17,3%, transitar en lugares restringidos o en horas prohibidas, esta infracción le acarreó a los conductores la inmovilización de sus taxis. Mientras un 13 % correspondió a mal estacionamiento, que está tipificado como un comparendo de $ 344.715.
Para Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad, las empresas de taxis deben ser más drásticas frente al comportamiento de sus conductores. “Los responsables de las infracciones tendrían que ser expulsados de sus organizaciones. Taxistas con este nivel de incumplimiento a las normas ni siquiera deberían estar prestando el servicio, pues son una amenaza para la integridad de ellos mismos y de los ciudadanos”, señaló.
Por su parte, algunos taxistas consideran que la aseveración del secretario Bocarejo es demasiado estricta, pues esta no considera que en algunos casos los policías de tránsito se equivoquen al imponer la sanción, la cual en muchas ocasiones por tiempos laborales es imposible de apelar.
Otro aspecto que preocupa a las autoridades, es el incremento de los carros informales. En 2016 se suspendieron 1901 licencias de conducción, lo que representa un aumento del 170 % frente a las 704 que fueron suspendidas en 2015. Para la Secretaría de Movilidad es crítico este incremento de personas que se aventuran a manejar carros públicos sin los permisos que exige la ley, pues a esto se le añade la compleja situación que se presente actualmente entre conductores de Uber y los taxistas tradicionales.
Vale la pena recalcar que a diferencia de Uber, un servicio informal implica una serie de riesgos y de sanciones, pues aparte de que los usuarios se exponen a pagar tarifas no reguladas, en caso de que se vean involucrados en un accidente de tránsito, las pólizas de seguros no cubrirían los daños ni tampoco los gastos hospitalarios. Todos los vehículos que prestan el servicio de transporte público están en la obligación de pagar pólizas adicionales que aumentan la cobertura en siniestralidad, gastos difícilmente pagaría una persona que se desempeñe ilegalmente.
Asimismo, los conductores que se dedican a prestar el servicio de trasporte ilegalmente, se arriesgan obtener sanciones de 30 salarios mínimos legales vigentes ($22.131.510 pesos). Las autoridades también pueden inmovilizar el vehículo por cinco días si se comete la infracción por primera vez, pero la segunda vez que sean sorprendidos bajo esta irregularidad serán 20 días y la tercera 40.