Inició la cuenta regresiva para saber si el proyecto del metro elevado es viable o no para Bogotá. Por un lado la Alcaldía afirmó que este año se estaría adjudicando la obra, pero por otro, al cambiar el metro subterráneo por uno elevado, la obra ha enfrentado varias demandas y denuncias bajo los argumentos de que no cuenta con los suficientes estudios.
Este 2017 es decisivo para conocer si el proyecto del metro elevado es viable para Bogotá. Según cálculos de la Alcaldía, en el trascurso del año se estaría adjudicando la obra, pero bien se sabe que esta obra ha tenido problemas en la conformación de su empresa Metro, como también ha enfrentado acciones legales ya que caducaron las vigencias futuras aprobadas por Concejo Distrital.
El Distrito tendrá que presentar un nuevo proyecto de vigencias futuras, pues como lo confirmó La secretaria de Hacienda de Bogotá, estas vigencias que aprobó el Concejo Distrital para la construcción del Metro, caducaron porque no se firmó a tiempo el contrato con el Gobierno Nacional.
Respecto a este inconveniente, el gerente de la Empresa Metro, Andrés Escobar Uribe, aseguró que caducaron las vigencias futuras pero que el proyecto no se ha quedado sin dinero, y reveló que antes de finalizar el 2017 se iniciarán los primeros trabajos de preconstrucción.
Por otra parte, una de las acciones legales que tambaleó el proyecto del metro elevado, fue instaurada por el concejal Hollman Morris, quien cuestionó que el Concejo aprobara al Distrito un presupuesto de vigencias futuras por 4 billones de pesos. Para Morris, estos recursos que aprobó el cabildo solamente podrían ser utilizados en el metro subterráneo, el cual contó con 8 años de estudios.
A pesar del argumento del concejal Morris, el Juzgado 54 Administrativo de Bogotá declaró improcedente la acción de cumplimiento interpuesta. Según la jueza, María Carolina Torres, el Acuerdo con el que el Concejo aprobó las vigencias futuras “es uno de los pasos para desarrollar la primera línea del metro y no la orden expresa de realizarlo”.
Vale la pena recordar, que el Distrito decidió cambiar del metro subterráneo a uno elevado, pues según los estudios realizados por la firma francesa Systra, este cambio le ahorraría hasta 4,4 billones de pesos en su inversión, como también los costos de operación y mantenimiento serían un 25 por ciento inferiores al subterráneo.
Asimismo, según pudo establecer El COLOMBIANO, el día de ayer se firmó el contrato entre Systra e Ingetec para la elaboración de los estudios de ingeniería básica del proyecto. Dichos estudios costarán 22.800 millones de pesos y estarían listos en un plazo de 8 meses.
La congresista Angélica Lozano, contempla que los tiempos de los que habla la Alcaldía no se acercan a la realidad, pues “para elaborar esos estudios se tienen que estructurar un Conpes y por último construir los pliegos de licitación”. La congresista afirmó que; “Es imposible humana y técnicamente que adjudiquen la obra a comienzos de 2018 y por ende que la obra esté lista en 2022”.
Por otra parte, la concejal Lucía Bastidas confía en que el proyecto cumpla con los tiempos: “La empresa Metro está avanzando, comprando predios, trasladando redes. También cuenta con el apoyo de la Nación. Vemos que se avanza de acuerdo con el cronograma previsto”.
De momento la incertidumbre sigue presenten en todas las posturas en referencia al metro elevado de Bogotá, lo que obligará a la empresa Metro a emprender una carrera contra reloj que no dará cabida a errores ni retrasos.
