De los 81 senadores presentes, 61 votaron a favor y 20 en contra. En esta sesión especial se necesitaban 54 votos a favor del ‘impeachment’ para que este finalmente se concretara. La sesión del Senado de Brasil tenía por objetivo poner el punto final en el caso de la presidenta destituida del país. 66 senadores habían expresado su deseo de pronunciar un discurso, que no podía durar más de 10 minutos. El actual presidente interino, Michel Temer, deberá agotar su mandato, que finaliza en 2018.
El Senado de Brasil ha aprobado este miércoles la destitución definitiva de Dilma Rousseff como presidenta del país, poniendo así fin a más de una década de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Un total de 61 senadores han votado a favor del cese permanente de Rousseff, es decir, más de los 54 que eran necesarios como mínimo para que el proceso de ‘impeachment’ triunfara. Solo 20 han mostrado su apoyo a la ya ex presidenta.
Rousseff ha sido declarada “culpable” de un “crimen de responsabilidad” en el que incurrió al ordenar un aumento del gasto público en plena campaña para su reelección, en 2014, sin la necesaria autorización del Congreso.
Sin embargo, Rousseff no ha quedado inhabilitada para ocupar cargos públicos en el futuro. En esta segunda votación, 42 senadores se inclinaron por inhabilitar a Rousseff, 36 votaron a favor de mantenerle los derechos y hubo 3 abstenciones, por lo que no se alcanzaron los dos tercios (54 votos) necesarios para aprobar la moción.
Dilma ha reaccionado ante la destitución calificándola, de nuevo, como “golpe de Estado” y reiterando que “condenaron a una inocente”. “Piensan que nos han vencido, se equivocan”, ha declarado. “Volveremos, volveremos. Sé que todos vamos a luchar”, añadió.
El diario local ‘Estadao’ reveló que la defensa de Rousseff estaba preparando un recurso para presentar ante el Tribunal Supremo en caso de que la cámara alta decidiera apartarla definitivamente del cargo.
La líder brasileña, que el lunes pasado intervino para pronunciar su alegato de defensa, sostiene que es inocente y que el ‘impeachment’ es fruto de una “venganza política” de quienes no lograron llegar al poder mediante las urnas.
La defensa de Dilma Rousseff está preparando un recurso para presentar ante el Tribunal Supremo Federal tras la decisión del Senado de apartarla definitivamente del cargo. Rousseff había mostrado su disposición para cuestionar la decisión del Senado: “Vine aquí (al Senado) porque respeto esta institución”, ha señalado la presidenta.
El hasta ahora presidente interino, Michel Temer, asumirá de forma indefinida las riendas del gigante suramericano, con la posibilidad en el horizonte de que se convoquen elecciones anticipadas, tan solo dos años después de la reelección de Rousseff.
Por otra parte, el “caso Petrobras” es el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, pero no obstante, es tan solo uno de los motores del cese de la mandataria y uno de los motivos que le dio impulso de legitimidad en las calles. Siendo obvio que, el gobierno interino de Michel Temer, que estará al frente del país hasta 2018, también está manchado por la trama de pagos ilegales repartidos entre cargos políticos de varios partidos, incluido el PT, directivos de la petrolera Petrobras y ejecutivos de las constructoras de las obras públicas cuyas concesiones fueron amañadas.