Cómo una fecha histórica para los colombianos quedará el 24 de agosto tras el anuncio del Gobierno y las FARC, en el que se dio a conocer el contenido del acuerdo de paz que se logró luego de casi cuatro años de negociaciones en La Habana. Se dan por terminadas las conversaciones y se espera sea también el fin de más de cinco décadas de conflicto armado al interior del país.
El anuncio oficial se dio luego del llamado ‘cónclave’ en el que las delegaciones de paz se concentraron desde el 16 de agosto para definir detalles en el acuerdo final, que será firmado en un evento que tendrá lugar en Colombia. Tal como se había anunciado en junio pasado, cuando el Gobierno y las FARC acordaron el fin del conflicto, en el que se definieron temas como la concentración de la guerrilla en 23 zonas y en ocho campamentos.
Así se inició
El 19 de noviembre de 2012, Cuba acogió a las delegaciones del Gobierno Nacional y las FARC-EP y se comprometió a ser garante de uno de los hechos más importantes en la historia colombiana: el fin de la guerra con el grupo terrorista más grande de Latinoamérica, las FARC. Hoy, casi cuatro años después, se logró una de las firmas más importantes y representativas para la voluntad de paz que han acordado las partes, el fin de las negociaciones.
Aunque hasta el momento se desconoce la fecha exacta de la firma final y se desconoce sí será en Colombia o no, los avances en materia de acuerdos dan por sentado que, faltando la votación del plebiscito, la paz con las FARC es un hecho.
Durante cinco décadas de conflicto, de acuerdo con cifras del Registro Único de Víctimas, 7’902.807, han sido víctimas de distintos delitos y grupos ilegales.
El cese al fuego, el principio del fin
A pesar de que las partes llevaban más de tres años en la mesa y habían acordado ya varios puntos que conformaban la agenda, fue hasta el pasado 23 de junio cuando se hizo evidente que las conversaciones iban por buen camino, pues se había llegado a un histórico acuerdo de cese el fuego bilateral y definitivo y la dejación de armas, punto que entrará en vigencia con la firma definitiva de la paz.
Ese día, denominado día D, empezará a correr un plazo de 180 días, es decir seis meses, para que las FARC dejen las armas. El mecanismo que se empleará será el uso de unas zonas veredales de verificación en las que se concentrarán los guerrilleros e iniciarán su proceso de desmovilización, todo esto bajo la supervisión de la ONU.
Desde ese día las partes trabajaron intensamente para afinar detalles de los acuerdos parciales logrados desde la apertura del proceso.
¿Qué se acordó?
El pasado 23 de septiembre vio la luz un importante acuerdo marco para la creación de una jurisdicción especial para la paz, en la que se juzgará a los responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad, lo que abrió la puerta al pacto sobre reparación de las víctimas, que se selló el 15 de diciembre de 2015.
Asimismo, el pasado 19 de julio, la Corte Constitucional dio su venia al plebiscito como mecanismo de refrendación de los acuerdos, lo que les da a los ciudadanos el poder de tomar la decisión final.
Los puntos
Acuerdo Política de desarrollo agrario integral
Acuerdo firmado entre Gobierno y Farc-EP. Mayo 26 de 2013
“Este acuerdo sienta las bases para la transformación del campo y crea las condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural. Busca la erradicación de la pobreza rural extrema y la disminución en un 50% de la pobreza en el campo en un plazo de 10 años, la promoción de la igualdad, el cierre de la brecha entre el campo y la ciudad, la reactivación del campo y, en especial, el desarrollo de la agricultura campesina, familiar y comunitaria”.
Acuerdo Participación Política
Dado a conocer en La Habana, Cuba, el 6 de noviembre de 2013
“Apertura democrática para construir la paz
Este acuerdo busca fortalecer la participación de todos los colombianos en la política, los asuntos públicos y la construcción de la paz. Busca la ampliación de la democracia como camino para tramitar los conflictos de manera pacífica y el rompimiento definitivo del vínculo entre política y armas, así como abrir la puerta para que en Colombia nos integremos a una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y no estigmatización”.
Acuerdo Solución al problema de las drogas ilícitas
Dado a conocer en La Habana, Cuba, el 16 de mayo de 2014
“Para contribuir al propósito de sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera, es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas. En el marco del fin del conflicto será posible dar un tratamiento diferenciado a este problema promoviendo la sustitución voluntaria de los cultivos de uso ilícito y la trasformación de los territorios afectados, dando la prioridad que requiere el consumo de drogas ilícitas bajo un enfoque de salud pública e intensificando la lucha contra el narcotráfico”.
Acuerdo sobre las Víctimas del conflicto
Dado a conocer en La Habana, Cuba, el 15 de diciembre de 2015
“Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
El Sistema Integral está compuesto por diferentes mecanismos judiciales y extrajudiciales que se pondrán en marcha de manera coordinada con el fin de lograr la mayor satisfacción posible de los derechos de las víctimas, rendir cuentas por lo ocurrido, garantizar la seguridad jurídica de quienes participen en él, y contribuir a alcanzar la convivencia, la reconciliación, la no repetición, y la transición del conflicto armado a la paz”.
También se acordó la salida de los menores de la guerra, garantías de seguridad y se definieron protocolos para la dejación de armas.
Entre los puntos agendados quedan pendientes el punto tres Fin del Conflicto y la Implementación, Verificación y Refrendación, último punto de la agenda.
Y se dio a conocer la definición sobre el momento en que se concederá la amnistía a los guerrilleros que no tienen delitos graves, las condiciones de la participación en política de los jefes de las FARC y el modelo de reincorporación de esta guerrilla a la vida productiva y social.
Durante 52 años, la guerra en Colombia dejó cerca de 300 mil muertos, millones de desplazados y miles de desaparecidos.
Desminado
En un comunicado conjunto, las FARC y el Gobierno anunciaron el 7 de marzo de 2015 el acuerdo que permitiría quitar del territorio nacional toda las “minas antipersona, artefactos explosivos improvisados, municiones sin explotar y restos explosivos de guerra”. Para esta tarea se informó la creación de un grupo que, de manera conjunta, adelantaría el proceso en territorios que serían definidos previamente con las comunidades afectadas.
El proceso de limpieza y descontaminación, que ya se encuentra en marcha, es adelantado por dos miembros del Gobierno, dos de las FARC y dos más de las comunidades. “Este acuerdo (…) para iniciar el desminado es un paso importantísimo y necesario como demostración de que efectivamente vamos en el camino correcto para ponerle fin a un conflicto que nos ha desangrado durante más de 50 años”, dijo Santos en ese momento.
Los obstáculos superados
Además de la campaña de desprestigio con la que ha tenido que sortear no solo el Gobierno sino también la misma guerrilla, hubo varias crisis que se superaron como la del secuestro en Chocó del general Rubén Darío Alzate (hoy en retiro), ocurrido a finales del 2014 y que llevó al Gobierno a suspender los diálogos.
También la tensión por el ataque en Buenos Aires, Cauca, en abril del 2015 y en el que murieron 11 militares; o el episodio en Conejo, La Guajira, donde jefes guerrilleros aprovecharon una jornada de pedagogía de paz para realizar un evento con civiles en el que estuvieron guerrilleros armados
Los intentos fallidos de paz
El país había fracasado en tres intentos de buscar la paz por vía negociada. El primero fue en el gobierno de Belisario Betancur, entre el 83 y 87; luego en el gobierno de César Gaviria, en un acercamiento que se realizó en Caracas (Venezuela) y Tlaxcala, y el último fue en el gobierno de Andrés Pastrana, en la zona de distención en el Caguán, entre 1999 y el 2002.
En este proceso se lograron superar crisis como la del secuestro en Chocó del. También la tensión por el ataque en Buenos Aires, Cauca, en abril del 2015 y en el que murieron 11 militares; o el episodio en Conejo, La Guajira, donde jefes guerrilleros aprovecharon una jornada de pedagogía de paz para realizar un evento con civiles en el que estuvieron guerrilleros armados.
¿Qué sigue?
Por parte del Gobierno, el acuerdo que se dio a conocer pasará al Congreso de Colombia, que se ocupará de poner en vigor las leyes para la implementación de lo pactado, así como de convocar un plebiscito para el próximo 2 de cotubre, en el que los colombianos sean quienes tengan la última palabra.
En paralelo, la guerrilla convocará una conferencia interna para que sus filas den el visto bueno a lo pactado por los equipos negociadores del Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en casi cuatro años de diálogos de paz.
Las FARC, con la negociación ya cerrada, volverán a Colombia para informar a sus tropas sobre los acuerdos, en la que será la décima y última conferencia de esta organización como guerrilla. ‘Carlos Antonio Lozada’, uno de los negociadores de las FARC, está en Colombia preparando la décima conferencia, en la cual se espera que las tropas aprueben los acuerdos logrados entre el Gobierno y esta guerrilla.
Si sus bases ratifican lo pactado en La Habana, darán por hecho que aceptan la transformación de las FARC en movimiento político sin armas.
A la conferencia guerrillera asisten los 32 jefes de bloques y los más representativos de los frentes. Allí se definen las políticas que seguirá la organización, que en este caso será su renuncia definitiva a las armas.
Los últimos detalles
Se acordó con las FARC que no habrá amnistía previa a la dejación de armas. La ley de amnistía, cuyos delitos amnistiables y condiciones ya fueron definidas, se presentaría como parte del procedimiento especial para la paz.
Se crearía una circunscripción especial en el Senado, adicional a las ya acordadas curules de la circunscripción especial para la paz en Cámara definidas en el Acuerdo de Participación Política. Tales circunscripciones no serían asignadas sino electas y de competencia abierta y existirían por dos períodos, pero contarían con un mecanismo especial de elección.
Se acordó la secuencia que define el día “D” de inicio del cese el fuego y desarme, así como la fecha de realización del plebiscito para la refrendación de los acuerdos.
El proceso de reincorporación a la vida civil de los miembros de las FARC, el cual se hará en un programa especial diseñado en la mesa de negociación y ejecutado por la Agencia para la Reincorporación.
Adicional a Naciones Unidas, que cumple como componente importante en la parte de monitoreo y verificación, se estableció que ya quedó financiado el tema de los acuerdos, y eso lo logró el comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, la semana pasada en Estados Unidos.
Los programas que aparecen a lo largo de toda la negociación ya tienen una cifra y un compromiso por parte del Ministerio de Hacienda.
En el Presupuesto General de la Nación de este año, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, reservó un billón de pesos para la implementación de los acuerdos. Falta ver cuánto se reservó para el año entrante pues el proyecto de presupuesto apenas se presentó a consideración del Congreso y esa cifra no ha sido revelada.
En cuanto al tema de las curules hay dos versiones: una dice que no hay curules a dedo para las FARC y la otra versión es que existe un número importante en el Senado de la República con una especie de circunscripción adicional elegidas por dos periodos consecutivos, a las que solo podrían presentarse los miembros de las FARC en 2018 con umbrales más bajos que les facilite la elección.