El Ministerio de Salud pidió a la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos, fijar precio del medicamento Imatinib, comercializado bajo el nombre de Glivec, con el fin de disminuir su costo entre un 40 y 50 por ciento.
Decisión tomada luego de que fue imposible llegar a un acuerdo con la farmacéutica suiza Novartis, y que fue necesario expedir una declaratoria de interés público para el medicamento imatinib con el fin de reducir su precio.
Lo anterior significa que, en principio, el laboratorio mantendrá la exclusividad para comercializar el fármaco, pero deberá hacerlo a un precio que será fijado por la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos, conformada por un delegado de la Presidencia de la República y los ministros de Salud y Comercio.
Actualmente, el tratamiento anual de un paciente con Imatinib cuesta $47.540.160, mientras que el mismo tratamiento usando el medicamento competidor más barato de mercado cuesta $9.234.720, demostrando que la metodología que actualmente está establecida en Colombia para controlar los precios medicamentos no garantiza precios eficientes para la Sostenibilidad del Sistema de Salud.
En febrero de 2016, a raíz de una solicitud de la sociedad civil, un comité del Ministerio de Salud recomendó adelantar una negociación con el laboratorio con miras a que el precio del medicamento –utilizado para el tratamiento de la leucemia mieloide crónica– estuviera en un rango similar al que tendría en condiciones de competencia. El comité recomendó que, de no lograrse un acuerdo, el proceso continuara con una declaratoria de interés público.
Las negociaciones se llevaron a cabo durante las últimas tres semanas, pero no fue posible llegar a un acuerdo bilateral. No obstante, el ministro fue enfático al afirmar que “el rompimiento fue en buenos términos, de manera caballerosa y cordial”.
En este escenario, el Ministerio de Salud acogió la recomendación de expedir una resolución que declara de interés público la molécula imatinib –ofrecida por Novartis con el nombre comercial de Glivec–, “con el objetivo preponderante de reducir su precio”, en palabras del jefe de la cartera de Salud.
Gaviria Uribe recalcó también que, para efectos de la sostenibilidad financiera del sistema de salud, la fijación de un precio resulta más conveniente que la licencia obligatoria, mecanismo que también fue contemplado y por el cual podrían entrar competidores genéricos al mercado.
El ministro asimismo señaló que la declaratoria de interés público es un mecanismo excepcional, y que salvo “en casos de desabastecimiento se declararía una licencia obligatoria”.