El Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia presenta EL ORIGEN DE LA NOCHE, exposición colectiva y transdisciplinar que reúne diversas propuestas sensibles para mostrar la relación de lo viviente y lo sagrado del saber de seis comunidades indígenas de la cuenca amazónica y su relación con el territorio, así como el cataclismo que se produce al contacto con el mundo capitalista, y con las guerras ajenas como es el caso en el contexto del conflicto interno de Colombia. Apoyada en una concepción contemporánea del archivo que busca “despertar hoy memorias del pasado para llevarlas al futuro”, EL ORIGEN DE LA NOCHE acoge archivos fotográficos, sonoros y audiovisuales, de creadores interesados en investigar, registrar y preservar los valores, conocimientos y tradiciones de la cultura indígena.
Así nos encontraremos con las fotografías de la brasileña Claudia Andújar, la película ‘Xapiri’ de los también brasileños Gisela Motta y Leandro Lima, la obra del fotógrafo periodista Jesús Abad Colorado, los archivos del biólogo naturalista Juan Manuel Rengifo, la instalación audiovisual de la activista Carolina Caycedo y la pieza central, alrededor de la cual se ha construido la muestra, y que le da título: la instalación sonora ‘El origen de la noche’ del colectivo 4Direcciones, que rescata archivos sonoros de comunidades indígenas que datan desde el año 1.918 para ponerlos a interactuar en un trabajo creativo con la participación de indígenas contemporáneos. Una experiencia transformadora que invita a vivenciar un estado de conciencia expandida.
El origen de la noche toma su nombre del mito indígena común a las comunidades de la cuenca amazónica que narra el origen del chamanismo y su organización política, social y cultural: Los dueños de la noche, entidades míticas, le entregaron a los ancestros de la gente una caja que contenía La Noche. Cantos, conjuros, danzas, plumas, vestimentas, la muerte, la noche, poderes espirituales y las fuerzas físicas y de la naturaleza confluían allí. Esta caja tenía la firme indicación de ser abierta en una maloca pues con ella recibían el poder de controlar su entorno, sanar el mundo, alejar la tragedia, llamar la abundancia, curar el tiempo y lograr la visión de lo físico y espiritual.
Basándose en el mito, y con el permiso y la asesoría de líderes espirituales de las etnias indígenas Barasano, Andoque, Huitoto (Murui), Wayuu, Kogui y Tubu, la exposición El origen de la noche abre la caja sagrada de estas comunidades para convertir al Museo de Arte en una maloca incitando a la sanación espiritual de los visitantes. Toda la exposición gira en torno a una pieza con énfasis profundo en el sonido como forma de sintonizarse idóneamente con una cultura musical, telepática, con sensorialidades distintas y visiones mentales en niveles de conciencia muy altos.
Esta instalación sonora, también llamada ‘El origen de la noche’, fue la que dio las pistas de cómo debían articularse las demás piezas a su alrededor dando como resultado una muestra transdisciplinar. Así, El origen de la noche reúne nueve obras de artistas de distintas profesiones como fotógrafos, biólogos, realizadores audiovisuales, artistas plásticos, músicos, activistas, periodistas y antropólogos, todos con inquietudes íntimamente relacionadas con el estudio de lo viviente, la cultura indígena y un interés por su preservación. Un espacio de experimentación donde el público podrá encontrar nuevas formas de entender la memoria y comprender la espiritualidad de sus orígenes.