noticias, confidencial, colombia, cali, medellín, cartagena, "Son muy pocos los que salen de allá con vida": Excombatiente de las FARC

A propósito del acuerdo sobre la desvinculación de menores del conflicto armado, anunciado por el Gobierno y las FARC, Confidencial Colombia habló con la ahora empresaria Yenny Paola Borda, quien con tan solo once años ingresó a las filas del grupo insurgente.

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Esta semana inició la implementación del acuerdo sobre desvinculación de menores del conflicto armado, anunciado por el Gobierno y las Farc el domingo en La Habana, con un primer grupo de 20 menores de 15 años que será entregado por las FARC en los próximos días, según anunció el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

“Los datos de los que disponemos nos muestran que alrededor de 170 o algo más de menores de edad están hoy en manos de las FARC, por eso la liberación de estos primeros 20 están diciente e importante”, dijo el jefe de la cartera.

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Finalmente Villegas añadió que “que por fortuna por el lado de la guerrilla de las FARC está por terminar con el anuncio de liberación de los primeros 20 menores de 15 años que han sido reclutados. Yo creo que realmente muestra un compromiso con la paz y con el fin del conflicto”.

A propósito Confidencial Colombia habló con la ahora empresaria Yenny Paola Borda, quien con tan solo once años ingresó a las filas del grupo insurgente. Esta es su historia:


Confidencial Colombia: ¿A qué edad ingresa a las filas de las FARC?

Yenny Paola Borda: A los 11 años.

C.C: ¿Cómo llegó a las filas de las FARC?

Y.P.B: Porque sucedió algo con mi padre y en ese momento me enteré que estaban reclutando gente, que necesitaban gente…

C.C: En ese momento, ¿ingresaron más menores de edad con usted?

Y.P.B: Conmigo solamente otro muchacho.

C.C: ¿Qué tan común es ver menores de edad en las filas de las FARC?

Y.P.B: Es común porque se puede decir que la mayoría son menores de edad.

C.C: ¿Cuál es el rol que cumplen los menores de edad en las FARC?

Y.P.B: No tienen cargos de mando pero hacen parte de las tropas

C.C: Pertenecer a este grupo insurgente tiene algún beneficio para los menores de edad

Y.P.B: Ninguno en lo absoluto.

C.C: ¿Cuántos años duró usted en las filas de las FARC?

Y.P.B: Año y medio.

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C.C: ¿Por qué decide salirse de las filas de las FARC y qué tan fácil es hacerlo?

Y.P.B: No, eso es difícil, eso es casi imposible el que sale de allá sale muerto o volado.

C.C: En su caso personal, ¿cómo lo logró?

Y.P.B: Eso fue una toma de decisión de tiempo atrás, yo venía con esa idea pero no encontraba ni el día ni el momento adecuado, hasta que llegó el día y me volé

C.C: ¿Cómo se incorpora nuevamente a la sociedad civil?

Y.P.B: Bueno, evidentemente lo primero que uno hace es buscar a la familia. En cierto momento uno sale como desubicado de las cosas y no tiene conocimiento de los programas, de las leyes, de lo que hay, entonces uno lo que hace inicialmente es buscar a la familia.

C.C: ¿Cómo la recibe su familia? ¿Ellos sabían que usted estaba allá?

Y.P.B: Sí claro, ellos sabían. Al inicio me reciben bien, igualmente contentos porque son muy pocos los que salen de allá con vida y, pues uno regresa de allá con una mentalidad de iniciar una vida nueva, iniciar de cero porque eso es como volver a nacer.

C.C: Ahora usted es empresaria… ¿podría contarnos un poco?

Y.P.B: Precisamente saqué con el programa un proyecto de producción de heno -que es alimento para caballos y ganadería- y sigo en esa parte agropecuaria. Después de que salí, salí con la mentalidad de estudiar y prepararme.

C.C: ¿Se puede decir que es usted un caso excepcional? ¿qué tan fácil es reincorporarse a la sociedad civil después de haber militado en las FARC?

Y.P.B: La verdad no es fácil porque uno no puede andar contándole a todo el mundo lo que pasó, simplemente uno tiene que guardarse eso debido al estigma que hay. Independientemente de la situación en la que cada uno ha entrado simplemente todos somos calificados por igual, entonces uno tiene que tener una mentalidad muy abierta y unos propósitos muy claros de para dónde va y no dejarse afectar por esas cosas… Pero sí al inicio es un poquito complicado.

C.C: Desde la perspectiva de Yenny, ¿cómo ve los diálogos de paz?

Y.P.B: Los veo bien, me parece que es una forma de solucionar las cosas que debió haberse hecho hace rato, pero a la hora de ser uno sincero, hasta no haber visto cosas concretas… es complicado.

C.C: ¿Qué opinión tiene del acuerdo sobre desvinculación de menores del conflicto armado?

Y.P.B: Me parece excelente porque se dice que las personas que salimos de un grupo armado somos victimarios pero a veces los victimarios somos más víctimas que victimarios… uno pasa a ser un victimario pero por obligación, porque le tocó, no porque quiera […] Lo único sí es pedirle a mi Dios que lo que se diga no se quede solamente en palabras sino que se vuelvan hechos reales.

C.C: ¿Le parece que el Estado está siendo eficaz y eficiente con sus políticas para la población desmovilizada? ¿Usted ha recibido ayudas el Estado?

Y.P.B: Claro que sí, yo he recibido ayudas económicas también he recibido algunos proyectos productivos y estuve en hogares de tutores que manejan programas especiales (donde cumplí la mayoría de edad) y gracias a esas ayudas pude terminar mis estudios y montar la empresa que tengo. Las aspiraciones son terminar una profesional…

Eso ya va en cada quien […] hay unos que los aprovechan al máximo y uno de sus ejemplos soy yo y otros compañeros que ya son profesionales y trabajan en universidades… como también hay otros que solamente aprovechan el momento […] De pronto el Estado no puede hacer mucho pero la poca ayuda que ha dado el que la quiera aprovechar la puede aprovechar.

C.C: Hablando de la peregrinación que usted hizo hace algunos años denominada “El camino de Santiago”, ¿cómo le fue? ¿cómo fue la experiencia?

Y.P.B: Pues el viaje estuvo chevere. Se trató en cierta manera de demostrar que la paz se puede lograr, que independientemente del proceso que hayamos tenido las víctimas o los victimarios, podemos vivir en comunidad. Obviamente no van a dejar de existir las discusiones o cosas en las que uno no se va a entender pero esa es la cotidianidad del ser humano, que nadie es perfecto pero el objetivo del viaje era demostrar eso, que podíamos convivir, que podíamos compartir una mesa, podíamos compartir un alimento… Y que ya no nos íbamos a ver cómo: “vos sos el malo”, “vos sos el que me hiciste esto”, simplemente dejar todo un lado y darnos cuenta que todos somos seres humanos, que cometemos errores y que tenemos derecho a la libertad y a una vida, a compartir con el pueblo y la sociedad…

C.C: ¿Cómo se imagina usted a Colombia después de la firma de los acuerdos?

Y.P.B: La idea sería que haya un poco más de tranquilidad social y que surjan muchos proyectos productivos y constructivos para Colombia.

C.C: Finalmente, ¿cree que uno de los mayores retos en un escenario posacuerdo es que se deje de juzgar a los excombatientes?

Y.P.B: Yo creo que sí porque es una parte que afecta mucho. Muchos juzgan, muchos hablan pero la población que está afuera también son mamás, hermanos, tíos, de todos aquellos participantes que hacen parte de una guerra sin querer… siempre va a haber un poquito de acá. No solamente los de allá son malos, también son gente buena que no dejan de ser parte de la sociedad porque tienen sus familias acá -en la sociedad-, tienen a sus papás, tienen a sus mamás que los están esperando con mucho amor y con mucha alegría pero el resto de la sociedad como simplemente no ha estado en la guerra o no tiene familia le es simplemente muy fácil discriminar.