Autoridades e instituciones de Bogotá, han estipulado que en la ciudad puede haber más de 400 expendios de drogas. En otro aspecto, no se trata de ollas que ocupan áreas de varias cuadras, sino que pueden ubicarse en una residencia o camuflarse en áreas comunes como parques o vías en los barrios.
De acuerdo con información de la Fundación Paz y Reconciliación, en la ciudad siguen funcionando unas cinco ollas principales muy similares a las que se desmantelaron a mediados de este año, estas estarían ubicadas en el sector del Amparo –en la localidad de Kennedy– y en las inmediaciones del barrio Diana Turbay –localidad de Rafael Uribe Uribe–, ambas situadas en el sur de la ciudad. También se han encontrado dos en el norte, una en la localidad de Usaquén, por San Cristóbal, y otra en Suba, en El Rincón.
El estudio realizado por la Fundación Ideas para la Paz, pudo determinar que hay una relación entre los sitios de expendios de drogas y el incremento en los homicidios en zonas de alta peligrosidad, ya sea por el consumo de estas sustancias o el control para expender las mismas. Esto ocurre especialmente en los lugares donde se trafica cocaína y sus derivados, como el basuco.
Basándose en cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá, que fueron entregadas a Ideas para la Paz, se comparó las cifras de homicidios, hurtos y lesiones personales ocurridas a 500 metros alrededor de estas posibles ollas y los casos registrados entre junio, julio y agosto del 2015, con los que ocurrieron en el mismo trimestre del 2016, periodo en el cual se acabaron con los expendios del centro. Daniel Mejía, subsecretario de Seguridad, afirmó que la política de seguridad de la ciudad tiene como objetivo desmantelar todas estas ollas en Bogotá para garantizar el buen vivir de los habitantes de la capital.
