El Ministerio de Ambiente presentó los resultados del seguimiento a las 23 órdenes de la Sentencia para el río Bogotá por las que debe responder ante Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Por otra parte estudio de la universidad Javeriana afirma que se está perdiendo dinero con el río.
Según José Ricardo Rodríguez Díaz, asesor del Ministro de Ambiente, para incidir en los temas del río Bogotá, en los avances figuran la expedición de la reglamentación de los límites permisible de fósforo en detergentes, el Registro Único de Infractores Ambientales (RUIA), estudio sobre la efectividad de impuestos, tasas, contribuciones y demás gravámenes existentes, expedición de la norma de vertimientos y la creación del Consejo Estratégico de la cuenca del río Bogotá, entre otros.
De acuerdo con Rodríguez, se ha realizado el seguimiento al cumplimiento de las 23 órdenes de la Sentencia para el Ministerio de Ambiente, con un avance del 70%, desatancando dentro de sus mayores logros la articulación interinstitucional que se da en el seno del Consejo Estratégico de la Cuenca Hidrográfica del río Bogotá.
El río Bogotá es una multimillonaria fuente de recursos para el país, que es desaprovechada, pues la alta contaminación y la mala gestión en el proceso de recuperación impiden hacer uso de toda su potencial. Los ciudadanos solo relacionan el problema del rio con malos olores e inseguridad, lo cierto es que este podría ofrecer a la capital servicios ecosistémicos, como es agua para uso doméstico, la agroindustria y la generación de energía que, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), podría representar ingresos por US$57.000 millones.
Para cumplir con el Dictamen, el Ministerio de ambiente ha realizado el Proyecto de Ley que creará la Gerencia Estratégica y el Fondo Común de Cofinanciamiento para la gestión integral del recurso hídrico en la cuenca hidrográfica del río Bogotá, el cual será radicado ante el Congreso de la República.
En un informe que realizó un grupo de investigadores de la Universidad de La Sabana, se analizó la situación del río Bogotá y su potencial, en el que se muestran cifras con gran justificación. Por ejemplo, a pesar de que en su cuenca se genera el 31.7% del PIB nacional y se estima que en su zona de influencia vivirán 12 millones de personas para el 2.025, se encuentra también que es la principal fuente de contaminación del río Magdalena. “Según la Fundación Al Verde Vivo, son 835 toneladas de sólidos en suspensión que a diario la cuenca más grande del país recibe del Río Bogotá. Cantidad de material suficiente para llenar 30 volquetas grandes”, afirmó Jefferson Galeano, profesor de Educación Ambiental y autor del informe.
Según el informe, el primer servicio que se desaprovecha del río es el uso del agua para consumo humano y actividades agroindustriales. Aunque en la cuenca alta sería posible, los costos de tratamiento por metro cubico no son viable para generar una rentabilidad. No pasa lo mismo en la cuenca media y baja, donde no puedo haber consumo del agua por sus niveles de toxicidad. “Solamente en el último tramo algunos cultivadores lo usan para actividades agropecuarias, pero no es recomendable”, señala el estudio.
Por la geografía de su recorrido, la cuenca tiene diversidad de climas y ecosistemas, esto podría generar ingresos pues el viaje resultaría atractivo para caminantes, deportistas, campistas y viajeros, especialmente al conocer que Colombia se ha convertido en destino predilecto para turismo de aventura que involucre la naturaleza. Sin embargo, también es una opción imposible de realizar por su paisaje lúgubre, “especialmente en la cuenca media y baja, donde el color de sus aguas es negro por la contaminación”.
Otras pérdidas económicas que genera la contaminación del río, son las inversiones infructuosas en los planes por recuperar el afluente. Los rubros que los municipios, la Nación, Cundinamarca y Bogotá destinan para compensar los efectos negativos que generan los residuos de los ciudadanos, son millonarios.
La Contraloría de Bogotá dio informe de que entre 2008 y 2013 se invirtieron $1.8 billones. Este monto no ha generado gran aporte a la recuperación del río. Se estimó que para evitar la disposición final de residuos en la cuenca, este valor tiene que ascender a $9,71 billones, lo que representa alrededor del 58% del presupuesto distrital.
Por esa razón es importante el seguimiento constante en cuanto a el trato del río Bogotá, continuar las obras técnicas, acelerar la construcción de plantas de tratamiento de aguas negras, no solo en la ciudad de Bogotá sino en todos los municipios de la cuenca, soluciones que el Distrito ya ha empezado a implementar.
Recuperar el río es posible, señala el estudio de la universidad Javeriana y ponen como ejemplo p el proceso con el Río Sena en Francia, que a principios del siglo XX tenía el aspecto actual del Río Bogotá y hoy es uno de los destinos turísticos más visitados a nivel mundial. No es cosas de otro mundo, dice Jean Baptiste Revillon, encargado del sistema de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de Paris, el secreto está en regulaciones que obliguen a la gente y las empresas eliminar la acción de botar por la cañería cualquier cosa y si lo hacen, deben pagar los altos costos de multas ya estipuladas.