El presidente Barack Obama, llegó a Hawai para pasar con su familia las vacaciones de Navidad, que previsiblemente tendrá que interrumpir para continuar en Washington con las negociaciones del “abismo fiscal”.
La familia Obama aterrizó en Honolulu después de un vuelo de 10 horas desde Washington y se desplazó a su residencia vacacional en Kailua, un pueblo con playa situado en el lado este de Oahu.
La localidad de Kailua está ubicada a unos 19 kilómetros de Honolulu y la casa está cerca de una base militar de la Marina y de una playa popular entre los aficionados al surf.
De momento, no está previsto que la familia Obama tenga actos públicos durante su estancia en Hawai, estado en el que nació y pasó parte de su infancia el presidente.
No obstante, es posible que el presidente tenga que interrumpir sus vacaciones y volver a Washington para continuar las negociaciones y evitar el “abismo fiscal”, una subida generalizada de impuestos y masivos recortes al gasto público, que entrarán en vigor en enero si republicanos y demócratas no llegan a un acuerdo.
El Congreso ha entrado en receso hasta el próximo 27 de diciembre y en la rueda de prensa que dio Obama el viernes antes de partir se despidió con un “nos veremos la semana que viene”.
El año pasado, Obama tuvo que esperar a iniciar sus vacaciones hasta que el Congreso llegara a un acuerdo para prorrogar por dos meses los recortes de las retenciones sobre las nóminas, y comenzar así sus vacaciones.
En 2010 le ocurrió algo parecido y postergó su descanso en Hawai hasta que el Congreso ratificó el tratado de desarme nuclear con Rusia, y en 2009 tampoco pudo comenzar las vacaciones cuando había previsto por el debate legislativo sobre la reforma sanitaria.
Con EFE