Tras ser nominado candidato demócrata a la reelección, el presidente de EE.UU., Barack Obama, volvió hoy a la campaña impulsado por un discurso aclamado por el público en Charlotte.
Tras ser nominado candidato demócrata a la reelección, el presidente de EE.UU., Barack Obama, volvió hoy a la campaña impulsado por un discurso aclamado por el público en Charlotte, pero que analistas consideran sólo “suficiente”, en contraste con su intervención de 2008.
Obama dejó Charlotte (Carolina del Norte) junto con su esposa Michelle a primera hora de la mañana rumbo a Portsmouth (New Hampshire), donde se encontró con Joe Biden y su esposa, Jill, para participar en un acto de campaña y posteriormente desplazarse al campus de la Universidad de Iowa en Cedar Rapids.
El presidente empieza una nueva etapa en la que además del respaldo de su partido se encontró hoy con un leve descenso de la tasa de desempleo que bajó dos décimas en agosto, al 8,1 por ciento, con la creación de 96.000 empleos netos, algo menos de lo que esperaban los analistas.
Tras ser aclamado por los asistentes a la convención demócrata, los analistas diseccionaron hoy un discurso que fue “suficiente” pero que nada tuvo que ver con el pronunciado en 2008, cuando su retórica fue “más poderosa, más fresca e impresionante”, indicó el profesor de la Universidad de Iowa, Steffen Schmidt.
Su auditorio lo recibió con “gran entusiasmo”, pero el experto consideró que después de los “apasionados” y “efectivos” discursos del vicepresidente, Joe Biden; del senador John Kerry y la exgobernadora de Michigan Jennifer Grandholm el de Obama fue un poco de circunstancias.
El diario político The Hill cree que fue “fuerte, animado y sin errores”, aunque no estuvo dentro de sus momentos retóricos “más lucidos”.
Obama “giró de forma explícita desde su apelación de 2008 al cambio y la esperanza para hablar de decisiones y caminos difíciles”, sostiene The New York Times en un editorial.
Más que competir con la intervención de su rival republicano, Mitt Romney, en Tampa (Florida) o con la del expresidente Bill Clinton, inevitablemente las palabras de Obama se iban a comparar con las de 2008 en Denver y con el discurso que lo catapultó en la convención de 2004.
Así que, consciente de que ambas actuaciones eran difíciles de igualar, Obama “ni siquiera lo intentó”, según la cadena CNN.
Para el congresista republicano Mario Díaz-Balart el problema no fue el discurso, sino “que no tiene ni idea de cómo crear empleos, de cómo funciona la economía”, dijo hoy en una entrevista con el canal.
El discurso marcó un récord en Twitter: fue el que acaparó más mensajes por minuto de cualquier evento político en la historia de esa red social, con 52.756, informó la propia compañía.
Cuando terminó su intervención Obama volvió al hotel en el que se alojó en Charlotte, donde le esperaban un grupo de amigos cercanos de Chicago para felicitarle.
En cuanto a la falta de una mención a la reforma migratoria, en una convención en la que ha habido amplia presencia hispana, desde el orador principal en la inauguración, el alcalde de San Antonio (Texas), Julián Castro, a la actriz Eva Longoria, el profesor Schmidt cree que podría haber sido un asunto espinoso con algunos votantes.
“En realidad la convención tenía tantos hispanos que no era necesario hablar sobre la reforma migratoria”, señaló el experto, que consideró además que puede ser “peligroso” tratar ese tema frontalmente “porque muchos votantes no están de acuerdo con la legalización de los indocumentados”.
Tras pronunciar uno de los discursos más efectivos de la convención, el expresidente Bill Clinton participará en actos en favor del presidente la próxima semana en Ohio y Florida, dos de los estados decisivos en esta elección, según informó la portavoz de la campaña, Jen Psaki.
Romney volvió hoy también a la campaña después de unos días de descanso tras la nominación durante la convención republicana en Florida la semana pasada, con un visita a una Universidad privada de Iowa y posteriormente participará en otro evento en el estadio Holman en Nuevo Hampshire.
En estos días ha viajado a Vermont para comenzar a preparar los debates que llevarán al ring político a ambos candidatos y en los que defenderán cara a cara sus políticas.